La preocupación y el descontrol crecen a la casi inigualable velocidad de las llamas. Una treintena de incendios están calcinando el país día y noche, aunque en Ceuta por suerte no se ha producido ninguno de esta magnitud. A los servicios pertinentes se suman los propios vecinos de los municipios afectados, quienes trabajan y colaboran sin descanso para extinguir los fuegos forestales, perpetuados por el atosigante calor. En especial sufriendo las zonas rurales que viven de la ganadería y/o agricultura y que en un pestañear pueden pasar a convertirse en un pueblo fantasma y por ende la vida de sus habitantes. Las llamaradas no solo arrasan miles de hectáreas, sino que se llevan por delante los ecosistemas y el hogar de cientos de personas dejándolas desamparadas.
Los incendios, mediáticamente en la cúspide, no es la única pieza preocupante del puzle. Por ello, las asociaciones ecologistas y de medioambiente son tan persistentes y reiterativas en la conservación de los espacios naturales y su correcto cuidado, mantenimiento y desarrollo. La solución podría ser la inversión de una cuantiosa cantidad económica, o un refuerzo en las políticas medioambientales, aunque de poco servirían si la colaboración social no es total y unificada. De nada sirve recoger un papel del suelo si se va a tirar una colilla entre los arbustos.
El cambio global es real. Óscar Ocaña, vicepresidente de la asociación Septem Nostra ecologistas en acción y director del Museo del Mar, explica su significado: “Es cuando se producen interacciones perniciosas entre las condiciones naturales del planeta y nuestras actuaciones”.
En cuanto a las altas temperaturas que está sufriendo la península, puesto que Ceuta es excluida por su estabilidad térmica, se deben a que “el Sáhara modula gran parte de Europa y África” explicaba el director del Museo del Mar. A su vez, destacaba que “la climatología del planeta es muy compleja e imprevisible”. A nivel global es prácticamente imposible influir. Sin embargo, en el plano regional sí que puede apreciarse un ligero impacto por parte de la población, así como la contaminación en todos sus ámbitos.
“Cuando talamos un bosque estamos modificando el clima regional”, ejemplificaba Ocaña. Los terrenos ardiendo son solo una de las consecuencias que dejan las fuertes temperaturas, las cuales están convirtiendo el aire fresco de las noches de verano en puro clima tropical, provocando que conciliar el sueño sea todo un reto. Los efectos más notables son los golpes de calor o las repercusiones físicas, como la deshidratación. No obstante, la salud psicológica también sufre alteraciones, llegando a influir en el temperamento y en las emociones, desembocando en un aumento del estrés, la caída en picado de la motivación y la desgana palpitante en el aire casi tangible. No hay que olvidar las muertes provocadas por la ola de calor, una cifra que ya supera las 500 vidas perdidas.
Otro aspecto que se ha de mencionar son las inadecuadas condiciones laborales que favorecen en la aparición de los golpes de calor.
Los factores del cambio
Partiendo de esta base se ha de puntualizar que los factores de este fenómeno del cambio global no son otros que aquellos que llevamos escuchando desde hace bastantes años. En primer lugar, la contaminación, por ejemplo de las petrolíferas, o el asfixiante calor del tráfico. La sobreexplotación de recursos se encuentra a la orden del día, como el agua y la actividad pesquera, incluso llevando a cabo esta última en zonas prohibidas, lo cual deteriora poco a poco la variedad de peces y otros seres marinos.
Asimismo, el desarrollo galopante del comercio y las especies invasoras también favorecen a que el asunto se torne más negro cada vez. Por otro lado, la demografía es un aspecto a tener en cuenta, ya que no solo trata del crecimiento poblacional hasta llegar a la sobrepoblación que sufren algunas zonas como China e India, sino que va más allá, aludiendo a la avaricia del ser humano y de la tendencia ‘quiero más’. En el ámbito alimenticio las copiosas comidas se demandan cada vez con mayor frecuencia, en especial las que requieren de especies animales, y en ocasiones especímenes exóticos.
Totalmente de acuerdo,cambio climático debido al exceso de sobre explotación de todos los recursos,de aqui a pocos años viviremos en burbujas,se quema todo,el campo y todos los huecos naturales,una pena,el humano es el unico responsable de todo agotamiento natural....💪🏻💪🏻
Todo eso está muy bien, pero los montes de Ceuta están llenos de maleza, que lo único que hace es de combustible para el fuego,no se quien es el responsable de limpiar el monte pero se que hay muchas trabas para poder hacerlo. Cuando haya otro incendio saldrán los artistas a poner artículos en la prensa... a toro pasado. Cuando lo que hay que buscar responsables .
Muy interesante el articulo. Tocas temas tan de actualidad y con tanta sensibilidad es necesario para una sociedad tan falta de concienciación con el medio ambiente.
Cambio global 😂😂😂😂😂😂