Ayer terminó el curso en el Centro; Así se ha hecho en todo el país. Todos necesitamos un respiro para descansar, poner puesta a punto de los aperos de labranza y volver a empezar.
El próximo curso estrenaremos ley educativa ya en todos los niveles y tendremos que reinventarnos como lo solemos hacer cuando el 1 de septiembre toca la campana.
En los institutos de la ciudad en los que he estado destinado tuve la idea de crear un WhatsApp para, de alguna manera, crear vínculos de unión con los colegas del instituto: Dar la bienvenida a nuevos profesores que se iban incorporando, seguir actividades del Centro, informar sobre cualquier noticia de repercusión en el claustro, información sobre cuestiones referentes oposiciones, apertura de bolsas de trabajo, concurso de traslado y toda información que fuera de utilidad.
La Filosofía de esta cafetería virtual era el echarnos una mano en todo momento y en cualquier circunstancia. opinar, debatir y estar al tanto de cualquier asunto que fuera de interés general.
Ya sé que los WhatsApps los “carga el diablo” por utilizar un lenguaje inexpresivo que se puede interpretar al pie de la letra o malinterpretar en cualquier aspecto. Creo que este año no ha sido así.
El IES Camoens tiene una idiosincrasia especial: el instituto del Centro, alumnos que vienen de colegios concertados, muchos Bachilleratos y , salvo el Bachillerato artístico, todas las modalidades que oferta la ley educativa.
Ahora estamos elaborando un ideario del Centro, unas señas de identidad, unos ideales que amalgamen el proyecto docente. Para ello es imprescindible la unión del profesorado, la confianza, el estar cómodos y sentirnos en nuestra casa.
Formar alumnos no solo en conocimientos sino en valores como la libertad, el respeto, la colaboración, la participación activa y el compromiso con la sociedad.
Educar necesita muchos frentes de apoyo: familias, administración, profesorado, instituciones y un largo etcétera difícil de enumerar.
La misión de esta cafetería consiste en desplegar lazos de unión para crear un ambiente que invite a pertenecer al grupo, hacernos partícipes de lo que debemos mejorar, aportar cualquier sugerencia.
También esta cafetería ofrece la posibilidad de organizar viajes, ir al cine, asistir a conferencias, quedar para ver exposiciones, comer, cenar, la cerveza de los viernes, darnos recetas, traer tartas a la sala de profes.
Trascender la rutina, ir más allá, sentir que compartimos una casa en las que estamos juntos muchas horas al día.
De ahí van saliendo historias en las que nos impliquemos de lleno al sentirnos parte del equipo.
La cafetería del Camoens mejorará y mientras tomamos ese café virtual nos sentaremos en una mesa y pediremos al camarero un “arroz al Camoens” pues alguna manera nosotros somos parte de los ingredientes. Si existe un “pollo a la Pantoja” tampoco es mala idea de zamparse un arroz al Camoens. Estáis todos invitados.
ESTA CAFETERÍA CIERRA HASTA SEPTIEMBRE POR DESCANSO DEL PERSONAL.