Ya están los diferentes grupos políticos calentando motores en nuestro país, para las próximas elecciones autonómicas, ejemplo claro ayer en el Congreso de los Diputados que por unanimidad se dio luz verde al Pacto de Estado contra la Violencia de Género, donde se devuelve a los ayuntamientos las competencias en esta materia.
Lo que queda latente y palpable es que con este pacto pierde toda la sociedad, sobre todo el género masculino ya que con esta medida se da por sentenciado que, todos los hombres, padres, hermanos e hijos son violentos y maltratadores. Condición implícita tan sólo por ser varón.
Esto lo único que demuestra en pleno siglo XXI es que estamos retrocediendo en el tiempo a pasos agigantados y que en este mundo cruel todo vale, con el fin más ruin que es el de conseguir un puñado de votos a costa de los sufrimientos que, padecen y van a padecer a partir de hoy las mujeres de bien y los hombres, porque así lo han decidido nuestros gobernantes.
¿Los grupos políticos (formados por personas, no máquinas) que han apoyado este pacto, se han planteado en algún momento que a ellos también les puede perjudicar? ¿No son padres y madres, hermanos o hijos?
Por supuesto que, hay que luchar contra la violencia de género, pero para eso no hay que poner al hombre en situación de inferioridad. Lo que se está consiguiendo es que cada vez haya más casos tanto de misoginia como de misandria. Si de antemano el varón ya es culpable y se demuestra con el tiempo que, no lo es, ¿cómo se reincorpora esta persona en la sociedad sin que la sombra de la duda lo golpee como un muro sobre él?
Nuestros políticos, buscan ansiosamente votos sin reparar ni un momento en el daño que van a causar. Esa es la sensación que dan. Todo vale. Cubren de nebulosa sus vergüenzas, con pactos y leyes que son anticonstitucionales, para (bajo mi punto de vista) desviar nuestra atención.
El nivel de hipocresía, ignorancia y desidia de nuestra sociedad, es la que nos está llevando a que el mundo en su conjunto, se esté deshumanizando, mientras el político de turno se aprovecha de esta situación y legisla a su antojo.
Decirle a todas aquellas personas que creen que, esto no tiene nada que ver con ellas, que se equivocan. Todos y todas, mujeres y hombres directa o indirectamente nos podremos ver inmersos en este problema que, considero es de gran magnitud y aún así seguimos permitiendo que, legislen como ellos quieren, sin que el pueblo rechiste.
Si han sido capaces de tocar un derecho como es el Principio de Igualdad, donde se reconoce que los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, la próxima vez, ¿qué va a ser? ¿Trabajar de sol a sol por el salario mínimo? ¿Despojarnos de nuestros bienes para regalárselos a ellos? Retrocedemos en el tiempo y en lugar de evolucionar, involucionamos. España se desintegra en todos sus ámbitos y aquí no hay político que lo remedie. El poder lo tiene el pueblo y si éste permanece absorto e impasible viendo la tele, con programas basura que lo distraigan, esto no va a tener solución. Hay que despertar ya, quizás mañana sea tarde.
Por otro lado, considero que la Unión Europea tendría que actuar de manera contundente y aplicar a nuestro país el artículo 7 del Tratado de Lisboa, donde recoge la posibilidad de sancionar a un estado miembro por violar valores básicos como los derechos humanos, además de aplicarles la pérdida de derecho a voto en el Consejo Europeo. En colaboración con una asociación que defiende los derechos de todos estos hombres que, han padecido y siguen a día de hoy sufriendo el achaque de una ley que, debería actuar contra toda violencia, ya sean hombres o mujeres, se están llevando acciones para denunciar esta desigualdad ante el Parlamento Europeo. Porque también es agresión, denunciar a un hombre con acusaciones falsas.
El feminismo es odio