Dos nuevos nombres se suman a la innumerable lista de inmigrantes desaparecidos al intentar alcanzar la Península a través de Ceuta. En este caso la denuncia recibida en la redacción de El Faro se refiere a dos hermanos de origen marroquí, Yazim Momni, de 25 años, y Abderrahim, de 31, quienes aprovecharon la crisis de mayo, para cruzar desde Tánger hacia territorio español.
La denuncia la ha hecho un hermano mayor de los desaparecidos, Mohamed Momni, quien ha narrado a este periódico que sus hermanos cruzaron la frontera hacia Ceuta el día 17 y la última vez que tuvieron comunicación con ellos fue el 19, dos días después.
La familia, que permanece angustiada y a la expectativa por cualquier noticias de los hermanos Momni, no tiene ni siquiera la certeza de que estén juntos, aunque lo suponen, por lo que agradecen a cualquiera que haya visto a la persona en la fotografía que acompaña esta noticia que lo haga saber inmediatamente.
El hermano mayor de los desaparecidos afirma desconocer por completo cuáles serían los medios por los cuales sus hermanos intentarían cruzar el Estrecho de Gibraltar hacía la Península si es que salieron de Ceuta porque ni siquiera sabe si lo han intentado; dice que la intención era buscar trabajo en territorio peninsular para ayudar económicamente a su familia.
Son ya más de dos meses sin que hayan obtenido ningún dato sobre los desaparecidos
Mohamed Momni añade que su familia no tiene parientes en territorio español, por lo que de haber podido cruzar el Estrecho, no tienen quien les dé noticias de sus hermanos.
Asegura además que no ha podido establecer contacto con nadie que los haya visto desde el día en el que cruzaron y se encuentran muy angustiados y ansiosos por conocer el paradero de ambos.
Explica que aun cuando han intentando por todos los medios a su alcance encontrar noticias sobre los desaparecidos, con las personas que han podido contactar en Ceuta aseguran que no los han visto en la ciudad autónoma.
La inmigración ilegal conlleva graves riesgos que se constatan semana a semana en Ceuta, donde ningún esfuerzo que se haga para contenerla está de más.