Nueve meses después de que El Faro de Ceuta contara su historia, el boxeador camerunés Bocas Junior Djeke cumpliría el gran sueño de su vida. Su vida no ha sido fácil. El 23 de abril de 2016, cuando tan solo tenía 17 años cruzó la valla que separa Ceuta y Marruecos junto a cientos de personas en busca de una vida mejor y de un sueño: triunfar en el boxeo.
Aún no sabe quienes serán sus próximos rivales, pero sí que, a sus 24 años, se ha clasificado para participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Su primera pelea fue "contra un guineano" en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), lo que consideraba "una cárcel" para él: "No podíamos hacer nada, apenas podía conseguir dinero pidiendo o lavando algún coche, solo teníamos un chándal, el que nos daban, y encima había muchos líos", explicaba en una entrevista a El Faro de Ceuta.
La historia del boxeador camerunés es tan curiosa como su nombre, inspirado en uno de los grandes del fútbol argentino. Nació en Camerún y decidió mudarse a España en busca de un futuro mejor. “No fui a la escuela, pero aprendí el oficio de soldador y con 10 años tenía trabajo”, reveló.
Su pasión por el deporte se despertó en su llegada a Ceuta: “No hacía deporte, pero todo cambió en el centro en el que estuve los primeros seis meses en Ceuta. Allí nos daban de comer y cama, pero necesitaba hacer algo más. Por ello empecé a correr para poder hacer maratones”, ha explicado Bocas Junior.
Sin poder representar a España al no tener la nacionalidad, recibió la llamada de la federación de su país natal. Bocas representará a Camerún en los Juegos Olímpicos y consiguió su clasificación en el preolímpico que se disputó en su país. Sin embargo, Bocas Junior tendrá algo bien nacional por lo qué luchar y serán los colores que lleva en la sangre y en su propio documento.
Al darse a conocer su historia, los hinchas de Boca no han parado de dejarle mensajes de aliento y apoyo de cara a la cita olímpica en su perfil de Instagram.
Le deseo lo mejor y todos los exitos profesionales, pero que a España a vivir del cuento no vuelva, que regrese a su país que ahora tanto se preocupa por el.
No se puede mantener un continente entero dando comida y cama.