Los
bomberos creen que las
cámaras térmicas de detección de fuego que se instalaron en Ceuta en 2020 y no han estado operativas apenas hubieran sido “de mucha ayuda” para reaccionar con celeridad al principio del incendio que, declarado a las 22.00 de este jueves,
ha terminado calcinando 130 hectáreas de García Aldave, el 8% de la superficie de Ceuta. De hecho todavía esta tarde los bomberos han tenido que actuar en diferentes conatos (ocho en total según la información oficial) y continuarán refrescando la zona afectada durante la noche. Sobre el tema de las cámaras, distintas fuentes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) han indicado que “hubieran detectado el inicio de las llamas mucho antes que cualquier persona pasando por allí y llamando a
emergencias”. “Son un buen instrumento si funcionan, claro, pero no lo hacen”, han lamentado.
El portavoz del
Gobierno de Ceuta, Alberto Gaitán, ha reconocido este viernes que la mitad de las cuatro cámaras térmicas instaladas en distintos puntos (en el Hacho, el puerto y
García Aldave) con el objetivo de detectar llamas cuanto antes no están operativas por “actos vandálicos”.
El Ejecutivo local ya incluyó en el primer expediente de modificación del Presupuesto de la Ciudad de este año una partida específica para su reparación, pero el expediente de licitación todavía no ha salido de Contratación.
Se trata de las cámaras de detección temprana enmarcadas en el proyecto ‘Safe City’ que entraron en funcionamiento en 2020 y que se presentaron como capaces de localizar cualquier variación térmica o humo. Están colocadas en torres de 20 metros de altura y deben ser autosuficientes gracias a paneles solares.
“Con estas cámaras”, explicó el director general de Emergencias, Víctor Ríos, hace dos años en un simulacro organizado en la zona del Monte de la Tortuga, “en cuanto hay cualquier señal la imagen se traslada al SEIS y la activación es muy rápida, en cinco minutos”.
El Gobierno de la Ciudad está estudiando, mientras acomete la reparación de las existentes, colocar otras con similares características en la zona de Benzú y el Hospital Universitario.
Una vez sobre el terreno, actualmente el Cuerpo de Bomberos dispone para hacer frente a incendios forestales de 13 hidrantes (tres en el Monte Hacho y los otros 10 en García Aldave instalados en 2020 para facilitar su trabajo.