La ansiedad, la angustia o el miedo son algunos de los problemas más frecuentes con los que se encuentra en estos días en su consulta por vídeo llamada Blanca Bueno Murillo. Esta joven madrileña de 25 años es psicóloga sanitaria y actualmente está especializándose en terapia sexual y de pareja. Desde septiembre de 2019 trabaja aquí en Ceuta, aunque desde que empezó el
confinamiento tiene que atender a sus pacientes por vídeo llamada. “Muchos” por su situación familiar, laboral o económica han decidido posponer la terapia “hasta que esta pueda hacerse de forma presencial”, lo cual es un inconveniente “importante” porque “tras el fin del confinamiento puede que haya un retroceso en su proceso terapéutico” y en su bienestar.
–¿Qué consejos daría a todas esas personas que están confinadas en familia para mantener la armonía en el hogar? –Podríamos resumirlo en siete recomendaciones.
Primero: respetar espacios y tiempo para cada uno; quizás con la situación actual pueda resultar difícil que cada miembro de la familia tenga un espacio o un tiempo para uno, pero es importante que se busque aunque sea unos minutos al día. Con niños puede resultar aún más difícil, pero se puede intentar hacer turnos para que el otro pueda desconectar un rato.
Segundo: No evitar hablar de los conflictos, sino gestionarlos de forma adecuada.
Tercero: Tener paciencia. Hay que tener en cuenta que esta situación es difícil para todos, por lo que antes de enfadarte o reaccionar con tu pareja o con tus hijos, intenta parar, respirar y ser consciente de que para ellos también es difícil.
Cuarto: Respeta las emociones de tu familia. Es normal que en algún momento haya tristeza, enfado... Permíteles expresar sus emociones.
Quinto: Dedicar un tiempo para hablar de cómo os sentís, qué os preocupa...
Sexto: Si es posible separar trabajo y familia. En la medida de lo posible, si se realiza teletrabajo buscar un espacio donde no te molesten para evitar enfados.
Y séptimo: Pactar en pareja nuevas rutinas para los hijos, evitando discutir delante de ellos. Si se llegan a preacuerdos, será más fácil actuar en casos de "imprevistos".
–¿Cómo evitar los conflictos familiares durante la cuarentena? ¿Es clave en este sentido la comunicación? –En primer lugar es importante ser conscientes de que los conflictos son normales en una pareja o en una familia y la ausencia de ellos no implica una mejor relación. Lo importante entonces es su gestión. Por tanto, no debemos evitar hablar de los conflictos: no se trata de “sacar” antiguos conflictos o rencores, pero tampoco de callarse todo lo que moleste. Lo ideal es hablar de ello lo antes posible, en un momento de calma en el que se pueda dialogar sin dejarse llevar por el enfado o la frustración.
–¿Cómo debe ser la división de las tareas en la familia? –La división, en confinamiento o sin él, es recomendable hacerla lo más equitativa posible. La idea sería que cada uno aporte lo que puede. A lo mejor un niño pequeño puede colaborar poniendo la mesa o haciendo la cama, mientras que uno más mayor quizás pueda incluso hacer la comida o poner la lavadora. En el caso de que haya personas mayores viviendo en el hogar, implicarlas también en lo que puedan hacer. Lo ideal es que toda la familia colabore en lo que esté en su mano. Es una oportunidad para implicar más a los niños en las tareas domésticas y para que la familia forme un gran equipo.
–¿Cómo pueden los padres o las parejas encontrar espacio para cuidar la pareja? –En las parejas sin hijos es mucho más fácil. Si están realizando tele trabajo o siguen trabajando fuera de casa, es importante que igual que deberían hacer en su vida normal, dediquen un rato para la vida en pareja. Para sobrellevar mejor la situación de confinamiento pueden incluso tener “citas” con su pareja aunque sea en casa, dedicando un tiempo a arreglarse o preparando una cena un poco más especial. Para aquellas parejas con hijos, si conviven con algún otro adulto o con hijos mayores pueden pedirle que se encargue de cuidar a los hijos o hermanos pequeños durante un tiempo cada día para que puedan dedicar un rato a la relación de pareja. Si esta opción no es posible, pueden aprovechar ratos en los que los niños estén ocupados (por ejemplo, cuando estén durmiendo o realizando tareas para el colegio o instituto).
–¿Cómo será el día después de todo esto, el día en el que intentemos recuperar la vida que llevabamos? –Es difícil saberlo. No sabemos cómo podremos ir recuperando la vida “normal”, que previsiblemente se hará de forma gradual. Es probable que disfrutemos más de muchas cosas a las que antes casi no le dábamos importancia. También es posible que los primeros días se vivan con miedo y con “extrañeza” después de muchos días de confinamiento, o con la incertidumbre de no saber si la situación puede volverse a complicar.
–¿Dejará muchas secuelas esta crisis del coronavirus? –Depende de diversos factores. Cuanto mejor llevemos la situación durante el confinamiento y más tiempo nos dediquemos a cuidarnos física y psicológicamente, menos secuelas quedarán.