Benzú, la eterna olvidada y despreciada

Hartos. Este puede ser el sentir que más puede describir a los vecinos de la barriada de Benzú, en Ceuta. En este caso la queja ya no es ni con el Ejecutivo local, sino con los operarios que han ido a la barriada para colocar el mobiliario sobre la playa.

“Solicitamos la limpieza y mejora de la accesibilidad de las playas, y la consejería, como siempre, respondió de manera impecable, ordenando que se realizara la actuación necesaria. Sin embargo, la persona encargada y los operarios decidieron interpretar esa orden a su manera. ¿El resultado? Una obra maestra del desinterés: unos tablones tirados al azar que llaman ‘accesibilidad’ y playas que parecen haber sido ‘limpiadas’ por un ejército de caracoles. En fin, la eficiencia en su máxima expresión”, señalan de forma irónica.

Y es que las imágenes hablan por sí solas. Tablones de madera tirados a su suerte, sin ningún sentido, y que hace imposible que una persona con movilidad reducida pueda acceder a la playa y mucho menos llegar al agua. Con el hándicap que eso conlleva ya que se están registrando altas temperaturas durante las últimas semanas.

Otro de los grandes problemas es la cantidad de basura que hay en el lugar, a pesar de señalar que habían limpiado, pero que no se aprecia tan solo pisando el lugar. Además de la cantidad de basura, también hay un sinfín de algas asiáticas.

Un problema que no solo ocurre en Benzú, ya que otros vecinos que acuden a diario a Calamocarro lo han ido denunciado con anterioridad a este periódico.

Lo más llamativo, y menos creíble, es que en pleno siglo XXI una playa esté recibiendo continuamente aguas residuales, sin saber su procedencia lo que causa un olor insoportable. Aunque sea en el lado más rocoso, se suelen situar personas que van a pasar un día de pesca y playa, y a los que se les hace imposible poder estar a gusto en este lugar.