El
Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) del segundo ciclo de planificación de la Demarcación Hidrográfica de Ceuta elaborado por la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir identifica un total de cuatro áreas con peligro de origen fluvial-pluvial (Cañada Ortega y Barranco Central y los arroyos de
Benítez, Las Colmenas y Las Bombas) o costero (Benzú, Murallas y La Almadraba).
Ninguna posee
valores “demasiado elevados de peligrosidad” ni de riesgo y únicamente las de arroyo Benitez y Las Bombas presentan valores “algo más altos de riesgo”. Si la vista se pone en el mar la zona centro amurallada “es la que presenta mayores valores de riesgo y es aquella sobre el que habría que focalizar la atención principalmente”.
El Área de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI) del arroyo Las Bombas acumula “el 52% del valor económico en riesgo en la cuenca”.
En total, en los cuatro tramos de ARPSIs fluviales, que suponen cinco subtramos, se han generado mapas de peligrosidad y riesgo con una longitud total de 5,99 kilómetros, incluyendo los mapas elaborados en el primer ciclo y los nuevos o actualizados en este segundo ciclo la longitud total asciende a 8,76 kilómetros. En los tres de ARPSIs marinas se dispone de mapas de peligrosidad y riesgo de inundación correspondientes íntegramente al primer ciclo.
La Confederación ha calculado que existen 747 residentes en zona inundable para un periodo de retorno de 10 años o lo que es lo mismo, con una “alta probabilidad” de inundación.
La Confederación ha previsto actuaciones por un importe total de 1,5 millones de euros que, en función de su fase de gestión del riesgo, se dedicarán fundamentalmente a la
prevención (1,09) y la protección (0,43).
La mitad del dinero (0,66 millones) se dedicará al programa de conservación, mantenimiento y mejora de cauces y el segundo más dotado (190.000 euros) irá destinado a introducir “limitaciones a los usos del suelo en la zona inundable”.
Conservación de cauces, estudios de mejora...
El Plan de Gestión de Riesgo de Inundación de Ceuta tiene un presupuesto de 1,52 millones de euros. La mayor parte se corresponde con medidas de prevención (un 72% del total, 1,09 millones), con el mantenimiento y la conservación de cauces, los estudios de mejora de conocimiento o la adaptación de elementos en
zonas inundables. También destacan las medidas de protección (un 28% del total, 0,43 millones), de las cuales destaca el presupuesto dedicado a la redacción de proyectos de restauración fluvial e hidrológico-forestal, y a los programas de mejora de la continuidad fluvial y de sedimentos (0,38 millones).
MDyC exige a Medio Ambiente dar cumplimiento al plan
La formación, que lidera Fatima Hamed, ha planteado la necesidad de "actuar con medidas sostenibles que sustituyan a las drásticas y antiestéticas medidas de cementación" utilizadas por el Ejecutivo local "como ocurrió, por poner un solo ejemplo, con el muro de contención levantado en la desembocadura del arroyo de Calamocarro". Unas medidas ecológicas más acordes con la recuperación de hábitats y adecuación de espacios urbanos y que se están implantando en distintas ciudades "con éxito", aseguran, por lo que MDyC apuesta "por ese camino" y por una gestión ambiental "de calidad". Entre los siete tramos de alto riesgo que cita la Confederación Hidrográfica, para MDyC en algunos de ellos "es necesario actuar en prevención de las lluvias torrenciales anuales que ya provocan inundaciones desde hace años". Por ejemplo, en Benítez y Arcos Quebrados, piden que se lleven a cabo "actuaciones estructurales con la intención de capturar la escorrentía y evitar las inundaciones". "Se trata de crear espacios que recojan y luego vayan filtrando en el suelo poco a poco la abundante agua de lluvia y evitar así que llegue a la red de pluviales se desborde provocando la inundación. Estos espacios están creados escalonadamente en la pendiente de las zonas inundables, formando el llamado jardín de lluvia, espacios con plantas perennes y vegetación autóctona capaces de retener y absorber el agua cuando cae torrencialmente", exponen. Finalmente, consideran que el Ejecutivo local "ha sido y es incapaz" de establecer las medidas sostenibles necesarias "en ningún ámbito de su política y especialmente en su política ambiental dónde es evidente la desidia y dejadez más absoluta".