Más de siete millones de euros cuantificados en pérdidas en lo que va de año pero ninguna intención de dejar de operar en el Estrecho. “Eso es rotundamente falso. Son rumores sin base”.
Así de tajante ha querido Balearia salir al paso de las acusaciones de los grupos sindicalistas que auguraban una venta de la compañía antes los goteos constantes de despidos y en el empeoramiento de las condiciones laborales por las pérdidas progresivas. “Ni hay venta ni tenemos intención de que la haya. Pero tampoco vamos a negar que hay problemas y que la situación no es buena”, explicaron fuentes oficiales de la naviera mientras enumeraban las causas que les han llevado a esta situación. “La competencia en la zona del Estrecho es muy fuerte, algo que se traduce en u na bajada de la ocupación y esto a su vez provoca que la rentabilidad también se ha visto perjudicada”.
Desde Balearia se apunta a la entrada de otras compañías como FRS en Ceuta o Comarit en Tánger y a la apertura del nuevo puerto de Tánger debido a la cual se ha incrementado el número de rotaciones y se ha ampliado la oferta “con la consiguiente bajada de la ocupación, una disminución de precios y unas pérdidas innegables de la compañía en esta zona”.
En concreto, durante este ejercicio ascienden a siete millones y en años pasados también se han registrado pérdidas. Las pérdidas millonarias son la razón fundamental de que “nos veamos obligados a afrontar un plan para reducir gastos y es aquí donde incluimos una amortización en cuanto a pu estos de trabajo y que nos veamos obligados a reducir plantilla”, reconocen. Aún así y pese a lo delicado de la situación, desde la naviera aseguran que “vamos a apostar por ajustes que no sean drásticos pero que nos hagan viable el seguir operando en esta zona que no queremos dejar ni mucho menos”.
Los rumores de venta son “falsos”
“Es categóricamente falso”, apuntan desde la compañía naviera sobre los rumores que llevan a los sindicatos a creer que los despidos en la plantilla están poniendo a la compañía en bandeja para la venta. Aunque no certifican los rumores, tras los anteriores despidos, los trabajadores temen lo peor y desde los sindicatos aseguran que la crisis es fuerte “y parece que se han olvidado de un sector que ya está pagando las consecuencias”.