El lunes la brigada dedicada a la limpieza vertical iniciará el trabajo en las laderas del vertedero ilegal de Arcos Quebrados, uno de los mayores que existen en la ciudad autónoma y que forma parte del plan del Ejecutivo de erradicar estos lugares, foco de infecciones, algunos en zonas urbanas y habitadas. Éste es el caso de uno de ellos, en la parte baja del Príncipe Alfonso, donde una gran explanada permanece ahora limpia con una zona ocupada por esqueletos de vehículos que se retirarán posteriormente y donde los equipos de trabajo no paran de eliminar residuos y acondicionar el espacio. Personal de la Ciudad y de la Delegación aúnan esfuerzos para conseguir dejar la parte alta, sobre la cual se levantan bloques de casas, adecentada. Frente a ella, ya se ha limpiado otra parte en la que juegan ahora los niños de la zona. Una treintena de personas van separando los residuos y el parque móvil se ocupa de los más aparatosos. Las labores no terminarán la próxima semana porque tal y como explica el viceconsejero de Dotación y Equipamientos Urbanos, Gregorio García Castañeda, “se trata de un vertedero continuo en el que el 90 por ciento de los vertidos son escombros de obras y si esta zona la dejamos limpia hoy puede que la próxima semana encontremos de nuevo toneladas de residuos”. Frente a este tipo de vertederos, se sitúan los que tan sólo necesitan labores de limpieza de repaso.
La solución sigue siendo la de continuar con la limpieza y la consejera anunció la subida de las multas y el cumplimiento de la ordenación para concienciar a la ciudadanía de este tipo de problemas que suponen un gasto anual de miles de euros “que nos podríamos ahorrar si hubiera más civismo entre la población”.