La Policía Nacional tiene abierta la investigación en torno al tiroteo ocurrido en la tarde del sábado cuando en plena barriada del Príncipe se produjo primero una pelea a disparos entre dos personas en la zona del zoco para, después, efectuarse un disparo a una unidad de la UPR que acudió de patrulla al lugar. La persona que efectuó ese disparo encañonó a cara descubierta el vehículo policial disparando a la parte inferior central del mismo, sin que se produjeran heridos. Hubo además disparos al aire.
Fuentes policiales aclaran que lo sucedido, sumado a otros episodios delincuenciales acontecidos en los últimos meses, “supera cualquier límite”. Por eso se ordenó desde la propia Jefatura Superior un auténtico despliegue a las pocas horas de sucederse el tiroteo, con la participación de medio centenar de policías entre miembros de la UIP, UPR, Información, TEDAX, Grupo Cinológico o el Subgrupo de Noche, entre otros. Además se pidió apoyo a la UIR para blindar los accesos a la zona de actuación de los agentes. Poco a poco se van conociendo más detalles de esta operación. Se sabe las hipótesis barajadas por el CNP que apuntan a la misma persona como posible implicada en este y recientes sucesos. Esto llevó a que los agentes, en la misma tarde del sábado, entraran con mandamiento judicial hasta en dos viviendas en las que creían que podía estar oculto el pistolero al que buscan ya desde hace meses. No lo encontraron pero sí rastrearon las inmediaciones de la zona con detectores de metales y perros especializados para la localización de armamento.
La forma de respuesta adoptada por la Jefatura Superior obedece al clima de hartazgo sufrido en la propia plantilla, después de varios episodios en los que además de haber disparos contra viviendas, vecinos y bienes, se han dirigido los tiros a la propia Policía, bien contra los agentes o bien contra sus vehículos, como ocurrió en la tarde del sábado.
El autor del disparo obró a cara descubierta pero a una distancia que evitó que el daño causado fuera mayor. El despliegue de los agentes en la propia barriada tuvo como objetivo no solo la localización de los implicados sino también el hallazgo de las armas que están siendo utilizadas en estos últimos sucesos, contándose con los informes que al respecto lleva a cabo la Policía Científica.
Los hechos en cuestión se produjeron en torno a las 17.45 horas, cuando se recibió una llamada que apuntaba a la existencia de un tiroteo en el zoco. De ahí se derivó al disparo hacia la unidad de la UPR para, después, llevar al despliegue de los agentes de las diferentes unidades en la zona comprendida entre la construcción de los dos campos de fútbol y el grifo.
La coordinación entre las distintas unidades policiales está orientada a dar con quienes están detrás de este reactivación de la inseguridad en la ciudad. Hace unos meses, cuando el CNP tomó toda la barriada para la localización de armas, se intentó detener a una persona que no fue localizada en su vivienda y a la que todavía se le sigue el rastro.
En enero de este año, la Policía Nacional denunció el primer episodio de gravedad ocurrido en la zona del antiguo Poblado Legionario. Pusieron de manifiesto en el informe efectuado después que se les había disparado con uso de una AK 47. Tienen identificada a esta persona y se sospecha que es la misma que está detrás de varios de los episodios que se han producido con empleo de armas de por medio en la misma barriada.
El pasado 13 de mayo se produjo otro enfrentamiento a disparos en la barriada, aunque en este caso la Policía lo relacionó con un episodio derivado de un enfrentamiento previo por un aparcamiento. Varias personas terminaron disparándose en la zona del antiguo Poblado Legionario habiendo familias en la calle. Aquello evidenció la existencia de armas, de nuevo, en la barriada. Pero las armas no se encontraron como tampoco en la operación que terminó blindando todo el barrio, desarrollada por el CNP este año, y que todavía se encuentra bajo secreto de sumario. Además la Policía investiga los vídeos que se han difundido en redes sociales de amenazas entre personas que están en busca y captura y que muestran las pistolas en esos vídeos.
Bajo investigación está el caso del coche acribillado a disparos el día de San Antonio, aunque con sospechas de que la misma persona que está detrás de muchos de los episodios delincuenciales últimos tuviera implicación directa en este caso. Días posteriores hubo llamadas al 112 alertando de disparos en el zoco del Príncipe y en la Cuesta Parisiana. Tras la noche de San Juan se produjeron los disparos, a modo de advertencia, a una persona que estaba en la mezquita de Muley El Mehdi, habiendo alcanzado los impactos el propio templo. Además bajo investigación están las agresiones ya con heridos ingresados en el HUCE que se han registrado en los últimos meses. Hay, en muchos de los casos, una línea común bajo investigación.
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