Athisa se ha adjudicado, durante un periodo mínimo de dos años, el servicio de recogida, almacenamiento, transporte y destrucción de los restos de origen animal que no tengan como destino el consumo humano, así como los residuos generados en explotaciones agrícolas o ganaderas de Ceuta.
La empresa, de implantación nacional y que ya se encarga por ejemplo de la retirada de los animales que aparecen muertos en la vía pública, se hace así con un contrato que comenzó a gestionar la Ciudad a principios de año y que moviliza un montante de algo más de 692.000 euros.
Cuando publicó las bases del proceso de adjudicación, la Ciudad se hizo eco de la consideración excepcional que de Ceuta hace la normativa de la Unión Europea como “zona remota” para el traslado de desechos animales. Esa catalogación responde a la imposibilidad material de Ceuta de incinerar con sus propios recursos los subproductos no destinados al consumo humano –o también sandach, según la terminología oficial– y cuya desaparición bajo tierra tampoco se considera factible. ¿Qué hacer con ellos entonces? La solución pasa por la congelación de los restos y su traslado posterior hasta la Península, en contenedores herméticos, para que puedan ser incinerados al otro lado del Estrecho en las plantas de destrucción homologadas por el Ministerio de Sanidad o las comunidades autónomas.
Las bases de la convocatoria recogían con detalle las condiciones en las que Athisa deberá ahora realizar los traslados de esa peculiar mercancía, e incluso estipulaban la temperatura de congelación a la que viajarán los desechos o las estrictas medidas de higiene y limpieza periódica a las que tendrán que ser sometidos los containers –isotermos y herméticos– para descartar cualquier riesgo para la salud pública. Uno de esos vehículos deberá tener una capacidad de transporte de al menos 3.500 kilos.
El proceso será sencillo: los restos animales se recogerán de forma periódica en distintos puntos de la ciudad, con especial atención a los mataderos, salas de despiece autorizadas, comercios (carnicerías y charcuterías), la frontera y el puerto, comedores de colegios, bares y restaurantes o grandes superficies comerciales. También se retirarán los decomisos por venta ambulante, los generados en clínicas veterinarias y en explotaciones autorizadas (San Amaro u Obimasa) o los cuerpos de animales sacrificados.
La recogida se realizará de lunes a sábados, de 9:00 a 20:00. La empresa, que deberá contar con un jefe de planta y al menos seis operarios, tendrá que disponer de todo el material especializado para realizar envíos de al menos dos contenedores cada 45 días con más de 20.000 kilos de carga.
Refuerzo en la Pascua del Sacrificio
Los 39 toneladas de residuos que dejó a su paso la celebración del último ‘Aid El Kebir’ o Pascua del Sacrificio en 2014 no han pasado desapercibidas en el pliego de condiciones, que establece con claridad que durante esa jornada la empresa adjudicataria deberá redoblar su función. Athisa estará así obligada a recoger todos los desechos que los distintos servicios municipales reunan en el matadero municipal. Deberá disponer ese día, por ejemplo, de 10.000 bolsas, 20 contenedores de 800 litros y 4 furgonetas con 3.500 kilos de carga para hacer frente al exceso de trabajo.
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