El Pleno de la Asamblea completó ayer la tramitación parlamentaria del Presupuesto de la Ciudad para 2024, que alcanza un montante récord de casi 431 millones de euros. Lo hizo con los votos a favor del Partido Popular y del MDyC y con la abstención del PSOE, que después de apoyar en documento en noviembre y de amagar con rechazarlo a principios de este mes al final se inclinó por el término medio.
Que las cuentas de la administración local para el próximo ejercicio hayan salido adelante es una buena noticia para la estabilidad de la institución y para todos los ceutíes, ya que de que recibiesen o no luz verde no únicamente dependían decenas de subvenciones y puestos de trabajo indirectos, sino también la actualización salarial de los miles de empleados públicos, la ejecución de inversiones millonarias, la utilización efectiva de los fondos europeos o la apuesta por consolidar un nuevo modelo económico ligado al ámbito tecnológico y digital.
También es una buena noticia que las fuerzas políticas de la Cámara regional hayan sabido alcanzar con responsabilidad y altura de miras acuerdos por encima de diferencias ideológicas, aunque ayer el líder de Vox volvió a dar la nota centrando su discurso más en los insultos que en la presentación de alternativas concretas a las políticas que censura.
Ahora el Gobierno de Vivas debe demostrar más eficiencia que en ejercicios anteriores en la ejecución de las previsiones presupuestarias, sobre todo en capítulos como el de las inversiones, para no frustrar las expectativas que genera el documento entre la ciudadanía en un ejercicio que Chandiramani ha anticipado con acierto como el de la vuelta a la “normalidad” tras la pandemia y la crisis de mayo de 2021.