El sector de las autoescuelas es clave en la ciudad. Lo es no solo porque tras él hay muchas familias sino por erigirse en un servicio importante para el ciudadano. Las continuas trabas a las que se enfrentan perjudican a los profesionales y esto tiene una consecuencia directa en la ciudadanía.
Las administraciones son conscientes de ello y han trabajado por la resolución de la hilera de conflictos surgidos. Uno, el de la pista. Se buscó una solución en La Marina. Las autoescuelas pagan un canon por poder emplear esa zona, aunque no es la más adecuada, amén de verse comprometida durante meses concretos como agosto, periodo en el que no se pueden ofrecer prácticas de moto o vehículos pesados.
Urge buscar una solución para que se disponga de una pista adecuada en la que poder impartir clases y acoger los exámenes, como antaño sucedía en Loma Margarita.
A esa problemática se suma la falta de examinadores. Un problema que se da en Ceuta, pero también en otros puntos del país, lo que incide directamente en la cantidad de aspirantes a obtener el carné que pueden ser presentados a las pruebas.
Ceuta, como ciudad con sus propias particularidades por sus condicionantes geográficos, no puede sufrir una carestía de examinadores porque las consecuencias son, aquí, mucho más graves que en cualquier otra ciudad debido a la extrapeninsularidad y la imposibilidad o carestía de desplazamientos.
Delegación del Gobierno se reunió ayer con los afectados en un foro al que asistieron otras entidades, todas ellas preocupadas en lo mismo: en buscar la manera de atender unas quejas sinceras, cuya resolución beneficia no solo a la gran cantidad de personas que vive de este sector sino también a la ciudadanía que aspira a la obtención de alguno de los permisos, en muchos casos determinantes para presentarse a oposiciones u obtener un trabajo.






