Son numerosos los ataques que se están testimoniando desde embarcaciones en el Estrecho de Gibraltar. En apenas 24 horas dos veleros han sido remolcados por otro ataque de estos ‘grandes delfines’, como son definidos por Óscar Ocaña, biólogo y director del Museo del Mar de Ceuta.
Más de 60 ataques han sido acusados desde las embarcaciones en este entorno, ataques que han dejado, en muchas ocasiones, sin timón a esos veleros y que han precisado numerosos rescates por parte de Salvamento Marítimo. Tantos han sido los casos de estas “interacciones” y “juegos”, que han obligado a limitar la navegación hasta el 20 agosto tras registrarse ya un número importante.
Para evitar que sigan aumentando los ataques a estas embarcaciones, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), a través de Capitanía Marítima de Cádiz, dependiente de la Dirección General de Marina Mercante, han limitado la navegación entre el cabo de Trafalgar y Barbate a embarcaciones de vela de eslora igual o inferior de 15 metros. Esta limitación afecta a una extensión aproximada de 2 y 9 millas desde la costa, aunque también se ha prohibido el fondeo a estas embarcaciones de las zonas de baño que no están balizadas dentro de la zona costera; solo los veleros podrán acceder a la zona prohibida al llegar a puerto o algún fondeadero de la costa o cuando vayan a salir del mismo.
En un principio, esta limitación o prohibición se extiende hasta el próximo 20 de agosto, contemplando la posibilidad de ampliarlo tanto en el tiempo como en la extensión, llegando incluso a acarrear una multa si los avisos lanzados por la Guardia Civil son ignorados e incumplen, de forma reiterada, el veto impuesto.
Los daños producidos en las embarcaciones son variados: desde roturas de timón, a daños en el brazo hidráulico e incluso vías de agua. En ningún caso ha habido que lamentar heridos, pero sí daños en los barcos, que los han dejado sin gobierno, necesitando de otras embarcaciones para llegar a puerto.
Para el biólogo marino y director del Museo del Mar de Ceuta, Óscar Ocaña, estos ataques o juegos es preciso que sean enmarcados en una perspectiva mayor, incluso con un enfoque histórico. “Lo que está sucediendo es otro ejemplo claro de cambio global, que no es otro que la interacción de la naturaleza con los cambios que nosotros, los humanos, provocamos. Los fenómenos naturales del planeta y las alteraciones que provocamos, a eso llamamos cambio global”. Este hecho puede ser comparable a lo sucedido con las algas asiáticas en la bahía norte de Ceuta, una problemática que ha llegado, también, al otro lado del Estrecho, generando problemas de igual magnitud en la zona de Getares y Algeciras.
En el caso de las orcas, para Ocaña es preciso tener en consideración que el Estrecho de Gibraltar es el más transitado del mundo, junto con el de Malaka, en lo que se refiere al tráfico marítimo. Pero no se acaba ahí. El biólogo señala más acontecimientos, que sitúa, incluso, a finales del siglo XIX, cuando en todo el Estrecho de Gibraltar existía una población enorme de rorcuales comunes, que es la segunda ballena más grande del mundo, después de la ballena azul, que puede llegar a medir 20 metros, incluso algo más: “Nuestro mar era un mar de ballenas, literalmente, y así se produjo una gran merma de la población por la factoría ballenera que se desarrollo en Getares (Algeciras). Este fue el primer gran impacto. Lo que provocó que se vaciara nuestro mar de ballenas”, afirma. “La factoría de Beliones se dedicó a la caza del cachalote porque ya no había rorcual común, lo que termino con la disminución de la población”, añade.
Y cuando acabó esa época por la carencia de recursos, algunos empezaron a cazar delfines y calderones para convertirlo en negocio. Por otro lado se fue incrementando el tráfico marítimo de una forma brutal hasta llegar a lo que es en nuestros días: uno de los lugares con mayor afluencia de tráfico de barcos del mundo con la gran cantidad de ruido que se genera. A esto, continúa el biólogo, hay que sumarle el práctico agotamiento del atún rojo, base de la alimentación de las orcas. Todos estos factores han provocado, a su juicio, un escenario particular para unos animales “inteligentes y sumamente complejos; la orca es un animal muy inteligente que se ve sobrepasado por el tráfico marítimo, por el ruido, obviamente contra un petrolero no puede hacer nada por dimensiones, pero contra un barco de vela sí que tienen fuerza, por lo que creo que es un comportamiento de conducta alterada provocada por este cambio global en esa interacción de la naturaleza y las alteraciones humanas del medio ambiente”, concluye Ocaña.
“La orca es un animal muy peligrosos también en determinadas situaciones, pero tiene otro tipo de alimentación. Todas esas circunstancias se están reuniendo y estos ataques que parecen producto de una conducta alterada, puede dar lugar a otras”, finaliza.
La Guardia Civil informa a los veleros de los peligros de las orcas
La Guardia Civil recorre la costa entre la zona limitada para la navegación, que se ubica en la costa entre Cabo de Trafalgar y Barbate, para avisar a las embarcaciones de menos de 15 metros de las restricciones impuestas por la marina Mercante a fin de evitar nuevas ‘interacciones’ con las orcas, limitación que se encontrará vigente, a menos que se observen cambios en la situación, hasta el próximo 20 de agosto. De hecho, a los veleros que tengan una eslora superior a los 15 metros, se les aconseja que utilicen exclusivamente la propulsión mecánica dentro de la zona restringida a la navegación y al resto de buques, que se abstengan de llevar a cabo actividades relacionadas con la observación de cetáceos.
Esta resolución tiene origen en el número de embarcaciones afectadas por las orcas, que ayer mismo se elevaban ya a 61. Los expertos no aclaran a qué pueden ser debidos estos ataques que, en algunas ocasiones, han terminado con barcos a la deriva en alta mar que han tenido que ser remolcados por unidades de Salvamento Marítimo.
Recortes de viajar al aire libre ..nada este gobierno me estresa asta limite de no ir ni a la playa..
Los expertos no aclaran el porqué de estos ataques, nuestro experto particular y director del Museo del mar de Ceuta (que nunca ha estado abierto al público) dice que es un cambio global y que atacan a los veleros porque no pueden atacar a los mercantes. Le recuerdo que no atacan a las pateras, ni a los barcos deportivos, alguna otra razón habrá. Esa respuesta es muy política, muy sanchista, muy de no saber que contestar.
No quiero ser irrespetuoso, los biólogos decían hace 16 años que lo de las medusas era una cuestión cíclica.....
Científicismo=ciencia+ideología. Ideología revestida de ciencia. Que es a ciencia lo mismo que carterista a cartera.