Opinión

Así sucumbió el puesto de Tabelcut

No encuentro ninguna explicación sobre la defensa del puesto de Tabelcut y que al día de hoy solo hay una respuesta, una losa de silencio, salvo mi buen amigo, el fallecido General de Caballería Rafael Casas de la Vega, donde en el libro "La Última Guerra de África" dedica un capítulo donde narra todas y cada una de las vicisitudes hasta su capitulación y explica con claridad la heroica defensa de sus componentes, mientras que del resto ni en libros ni en prensase encuentra una sola línea sobre los defensores de Tabelcut.

Una agónica defensa de dos días

El puesto de Tabelcut, frontera con Marruecos, estaba compuesto por doce miembros del Grupo de Policía de Ifni, al mando del Teniente de Infantería Felipe Sotos Fernández, el Cabo 1º de la Guardia Civil Juan Rubio Martos, el Cabo 1º de Policía Angel Heras Martin, el Cabo de Policía Manuel Castillo Jiménez, los Soldado Policía Alfonso Alsua Irurzun, Gerardo León Vizcaíno, Jose Gonzalez Nicolás, y Jose Gonzalez Sedano, además de los Policía Indígenas, Mohamed Mehaud Abdel-Iha, Laarosi Mayaub Nazen, Mizzian Mizzian Hach, y Lhassen Abdelkrim Abdel Lha, y la esposa del Cabo 1º de la Guardia Civil, María Luisa Diaz Alcoba y sus hijos menores Juan y Evaristo Rubio Diaz.

Por un mando del Gobierno General de Ifni, la tarde del 22 de Noviembre de 1957 se comunicó al Jefe del Puesto de Tabelcut, el Teniente Felipe Sotos Fernández de un inminente ataque a dicho puesto, algo que se confirmó al amanecer del 23 de Noviembre de 1957 cuando un numeroso grupo de elementos del Ejército de Liberación Marroquí atacaban el puesto con ráfagas de ametralladora y disparos de fusilería. Inmediatamente el Teniente Sotos organizó la defensa junto con el Cabo 1º de la Guardia Civil y demás componentes del puesto.

Se asignaron los puestos de defensa del puesto, situado uno de ellos en el piso alto con escasas municiones y un armamento obsoleto, cuando aquel puñado de doce hombres se enfrentaban a centenares de atacantes, y hubo que desistir de los cuatros musulmanes afectos a dicho puesto, ya que aunque ellos se consideraban neutrales, poco se podía esperar de ellos. Los defensores españoles hicieron frente como pudieron ante el numeroso grupo de atacantes, pero no solo a las ráfagas de metralletas y fusilería, sino también a los disparos de mortero que llegaban.

Ante esta situación tan dramática, en la que había una mujer y dos niños, la esposa del Cabo 1º de la Guardia Civil y sus hijos, se organizaron para con todos los medios proteger a estos inocentes que nada tenían que ver con dichos combates. A ello había que añadir la escasez de alimentos y agua. El 25 de noviembre se presenta en el puesto un musulmán con bandera blanca que pedía hablar con el Jefe del Puesto, identificándose como el Caíd de Tiznit, afirmando que había sido enviado por el Gobernador de Agadir y que su misión era hacerse cargo del puesto en representación del Gobierno de Marruecos para acabar con este estado de cosas y finalmente en Agadir entregarlos al Cónsul de España. Todo esto resultaría una autentica farsa y un comportamiento canallesco contra el derecho de gentes impropio de un estado de derecho como era Marruecos.

Año y medio de cautiverio

Para mí es un privilegio poder narrar de boca de un defensor testigo directo de la defensa de Tabelcut y el posterior cautiverio con múltiples engaños de los marroquíes del Cabo 1º de la Guardia Civil Juan Rubio Martos (Retirado de Capitán), fallecido hace años en Málaga, el cual en un extenso documento así dice:

" . . . Al tercer día de combate, el 26 de noviembre de 1957, inesperadamente cesó el fuego por parte enemiga, viéndose avanzar hacia el Puesto a un individuo musulmán el cual deseaba hablar con el Jefe del Puesto, el Teniente Felipe Sotos Fernández. Este musulmán fue reconocido como el Caíd de Tiznit.

Concertada la entrevista, dicho Caíd ofreció en nombre del Rey Mohamed V que el Gobierno marroquí conociendo lo que estábamos sufriendo por los ataques, insistía en la amistad Hispano Marroquí, y en hacerse cargo de mi esposa y mis dos hijos para evacuarlos sin impedimentos a Málaga. En cuanto a los defensores de Tabelcut, derecho a tránsito vía a Ceuta según acordasen en las autoridades de ambos países.

Ante ello el Teniente Sotos y creyendo en la palabra de dicho Caíd accedió a lo exponía, ya que no contaba con medios para prolongar la defensa del Puesto y menos con la mujer del Cabo 1º Rubio Martos y los dos hijos menores. Según las condiciones que le puso el Teniente Sotos al Caíd, este accedió a cumplir lo acordado. En cuanto al armamento y munición del Puesto, saldrían con él y quedaría depositado al Ejército Real de Marruecos, mientras que la Bandera del Puesto y la foto del Jefe del Estado nos la podíamos llevar. El mencionado Caíd informaba que no seriamos tratados como prisioneros y que sólo permanecían en territorio de Marruecos lo necesario para ser trasladados a nuestro punto de destino en Ceuta.

Aceptadas todas estas condiciones por dicho Caíd, fuimos trasladados en vehículos marroquíes junto con el Caíd y el Sr. Seddik y los Policías marroquíes hasta el poblado de Mirleft. Fue al día siguiente de este cautiverio cuando íbamos a ser trasladados a otro lugar, cuando, de improviso, ocho o diez individuos del Ejército de Liberación Marroquí se abalanzaron sobre nosotros y tras registrarnos nos introdujeron en una furgoneta cerrada y aquí fue donde comenzó el cautiverio de año y medio con toda clase de maltrato físico y privaciones, además del dolor de mi esposa que por desidia de las Autoridades marroquíes tuvo un aborto de un niño muerto de seis…”

Es digno de resaltar el comportamiento del entonces Cabo 1º Juan Rubio Martos, el cual en el expediente que se inició en la Dirección General de la Guardia Civil dice así, "La actuación del Cabo 1º Juan Rubio Martos en el asedio de Tabelcut y posterior cautiverio, fue valerosa, honorable y digna en todos los sentidos. 22 Julio 1959...".

Teniente Felipe Sotos Fernández, Jefe del Puesto de Tabelcut

Los hijos del Cabo 1º, Juan Rubio Marros en la entrada del Puesto de Tabelcut, días antes de ser hechos prisioneros

El Puesto de Tabelcut en la actualidad en ruinas

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