Los ocupantes de la travesía de las 07:30 horas de este Jueves Santo, que enlazaba Ceuta con Algeciras en el Avemar Dos de Balearia, se han convertido en testigos improvisados de un rescate en mitad del Estrecho. El de un joven magrebí de 17 años que estaba arriesgando su vida sobre una cámara neumática a modo de flotador.
Con el oleaje y el mal tiempo, que permaneciera con vida era un milagro. Pero cuando el objetivo es escapar a la Península muchos jóvenes no entienden ni de riesgos ni de salvaguardar su integridad.
Los ceutíes que ocupaban el barco se convirtieron en testigos de la situación, de cómo el joven al ver el barco levantaba una de sus manos pidiendo ayuda, de cómo la corriente lo iba moviendo y de cómo el capitán del buque debía maniobrar para coordinar el rescate.
Cuentan a El Faro que las condiciones del mar eran malas y que incluso en el barco se notaba el tremendo oleaje, así que cabe imaginar cómo de mal estaría pasándolo este joven en el mar.
Poco a poco se fue controlando la situación y se logró, en torno a las 08:30 horas de esta mañana, rescatar sano y salvo al joven. El barco ha llegado a su destino alrededor de las 09:00 horas.
Las azafatas corrieron a darle agua, mantas y comida, siguiéndose el rumbo hacia Algeciras.
Los ocupantes de esta travesía han vivido de cerca esas historias que marcan la escaleta de noticias de los medios de comunicación, siendo testigos de las condiciones extremas a las que se enfrentan hombres y mujeres por solo cruzar una línea: la del Estrecho, la que tantas tragedias esconde.
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