Nadie esperaba el desenlace final cuando a las seis de la tarde la afición se congregaba en las inmediaciones del Estadio Alfonso Murube. Unas 4500 personas no quisieron dejar sólo al Ceuta en su duelo contra el Orihuela. El ambiente se preveía colorido y con gargantas expectantes a animar desde el minuto 1, aunque el 90 se dilató hasta los 120 con la prorroga más los penaltis que dejaron a los blancos lejos del ascenso.
La afición, antes de que el colegiado señalase el inicio, tenía su porra en mente. Desde el empate sin goles que favorecía a los blancos, hasta los más optimistas que esperaban un 3-0. Pero en ninguna cabeza cabía la posibilidad de la eliminación. “2-1 con goles de Willy y Chakir” nos contaba el pequeño Mohamed, que acompañado de su padre no quiso perderse el duelo, y al final salía cabizbajo del estadio. Dos hermanos, Rocío y Adrián que se encontraban en gol con sus padres, estaban encantados con la afluencia de público para presenciar el encuentro. Aunque los más entendidos, o más mayores, tenían sus dudas conocedores de la fortaleza del Orihuela, confiaban en la buena trayectoria de la AD Ceuta. Es el del ‘ex’ blanco Antonio Prieto que como argumento principal para el pase del Ceuta esgrimía los 24 partidos partidos consecutivos sin perder “lo que han hecho este grupo de jugadores es muy importante, y hay que valorar como han llegado a este momento de la temporada”. Prieto no acertó el resultado final. Un empate a un gol, una prorroga en blanco y muchos errores desde los 11 metros que dejan a esta afición un año más en Tercera División.
Los más pequeños no quisieron perderse este importante partido
Las gradas del Murube Estadio Alfonso se vistieron con camisetas de todos los colores y tallas. Muchas de ellas muy pequeñas. Un gran número de niños no quisieron perderse el partido ante el Orihuela, y los jugadores del JOG fueron los encargados de hacer el pasillo a los jugadores de la AD Ceuta al inicio del partido, con varios equipos de las categoría inferiores del Ortega y Gasset.
Pero no fueron los únicos ‘pequeños’ aficionados que asistieron al partido. El tiempo acompañaba, el horario era el mejor y con las ‘comuniones’ aparcadas hasta el próximo año, era el momento idóneo para ir al fútbol en familia, muchas de ellas muy ‘futboleras’ y conocidas en la ciudad. Pedro Berruezo con su hijo Pedro no faltaron a la cita y para ‘Berru’ el partido era complicado ya que “el Orihuela es un equipo muy difícil”. Damián Torres con sus hijos Lucas y ‘Bebeto’. Para Lucas el partido ‘pintaba’ bien aunque luego se le torcería el gesto tras la tanda de penaltis. Tampoco se perdieron el duelo jugadores del Puerto como los hermanos Dani y Mario Sánchez, que no presagiaban la eliminación del Ceuta en este duelo ante el equipo alicantino del Orihuela. Todos acudieron al Estadio con una idea en mente, ver al Ceuta en la tercera eliminatoria, algo que no se ha podido dar, y no estará en el bombo de los elegidos para el ascenso a Segunda ‘B’.
Espectacular ambiente en el último partido de la temporada
En la variedad está el gusto, o eso dicen, y hubo variedad de camisetas del Ceuta en el ‘Murube’. Las había blancas, las más, pero también moradas, verdes, naranjas... Buscar y rebuscar en el armario para encontrar la vestimenta ideal para acudir al partido. No faltaron banderas con los colores de la ciudad, del equipo y de la nación. Colores, muchos colores en las gradas del campo, que se acompañaban de muchas bufandas con del equipo, colocadas del revés o del derecho, poco importaba.
Lo que tocaba era estar ahí, entonar los cánticos típicos y no perderse ni ápice de lo que sucedía sobre el verde. A quien se le preguntara destacaba el aumento de público en relación partido ante el Felanitx. “Así da gusto venir al campo y ver tanta gente”, pero esa reflexión iba quedando anulada cuando Antonio ponía, de cabeza, por delante al Orihuela. “Esto acaba en la prorroga, ya verás” se escuchaba cerca del túnel de vestuarios, y no se equivocaban, aunque acabó en la tanda de penaltis.
Las gradas del ‘Murube’ con mucha afición
Unas 4.500 personas fueron las que se dieron cita en el ‘Murube’ par presenciar el duelo ante el Orihuela, un porcentaje muy superior al que asistió a la eliminatoria ente Felanitx. Esta vez se demostró que la ilusión supera el precio de las entradas, y los 20 euros que costaba una entrada en tribuna no fueron un handicap para dejar sus asientos vacíos. Tan sólo habían ciertos claros en el gol sur, el único espacio del campo en el que se veían asientos, que ahora esperaran un año, para poder vivir el sueño de estar de nuevo en la categoría de Bronce del fútbol español. Fotografía Reduan Ben Zakour