“A mí me ha pillado durmiendo”. Guillermo Pérez, uno de los dueños
del bar Botánico que ha quedado destrozado esta madrugada tras
un incendio, relata lo ocurrido a El Faro de Ceuta, intentando asumir el golpe que ha supuesto conocer esta noticia. Fue un socio el que se enteró gracias a la alarma que se activó, dándose aviso inmediato a
Bomberos y
Policía. Por parte del SEIS acudieron 10 efectivos y emplearon unos dos mil litros de agua.
El sobresalto se produjo entre las 2:30 y 3:00 de la madrugada cuando se enteraron de que se estaba incendiando el establecimiento. Un detalle que les ha llamado la atención es que a través de las cámaras de seguridad vieron a un hombre saltando por la puerta de atrás del local, “por medio del
Parque Marítimo”.
El autor del incendio tenía el rostro tapado
Esta persona, de acuerdo con lo que cuenta el afectado, rompió el cristal “y luego dentro prendió fuego al local”. Inmediatamente emprendió la huida. “La persona tenía el rostro tapado y va a ser un poquito complicado localizarla”, ha declarado. Al momento de ocurrir el hecho el establecimiento permanecía cerrado, pues abren jueves, viernes y sábado, por lo que afortunadamente nadie resultó herido durante el incendio.
“No nos vamos a venir para atrás porque nos hayan quemado el local”
“El local está destrozado desde el techo hasta el suelo”. “Está bastante fastidiado”, así se ha referido al estado en el que se encuentra el establecimiento y los daños materiales sufridos. Sin embargo, se mantiene optimista y augura que intentarán solucionarlo de la mejor manera posible.
“Nosotros no vamos a cerrar ni mucho menos, somos un grupo joven, tenemos ilusión por esto y lo vamos a intentar a arreglar de la mejor manera posible”. Asegura que “tarden lo que tarden”, abrirán nuevamente.
Asimismo, ha dicho que “no nos vamos a venir para atrás porque nos hayan prendido fuego al local”, indicando que serán la Policía la encargada de la investigación al tiempo que ellos tomarán las medidas pertinentes para mejorar la seguridad.
La solidaridad se ha hecho presente. Los dueños de los locales cercanos se han ofrecido a guardar la existencia el tiempo que haga falta hasta que logren recuperarse.
Por otra parte, los móviles de los cuatro socios no han parado de sonar desde lo ocurrido. Todos ellos han recibido un sinfín de mensajes de apoyo que intentarán responder a la brevedad. “Han sido muchas las muestras de cariño”, las cuales agradecen infinitamente.
Ahora les vienen días de mucho ajetreo mientras se determina con exactitud lo ocurrido y trabajan para poder reabrir el local nuevamente. Ahora mismo no tienen sospecha alguna sobre quién pudo ser el responsable.