El Consejo General de Enfermería insiste en que, aunque las medidas sanitarias comiencen a ser más laxas, debemos mantener la calma. El Colegio Oficial de Enfermería de Ceuta ha remitido las instrucciones que el propio organismo recomendaba para quitarnos las mascarillas al aire libre con la máxima seguridad, dada la nueva normativa que elimina su obligatoriedad en estos espacios siempre y cuando se cumpla la distancia de seguridad.
Llevar siempre una mascarilla encima
Primero advierten que, independientemente de que decidamos o no portar la mascarilla puesta, debemos llevar siempre una guardada para aquellos supuestos en los que estemos a poca distancia de otras personas. Especialmente, para zonas concurridas o encuentros puntuales.
Cuidado al ponerla o quitarla
La mascarilla debe colocarse y retirarse con cuidado. Una enfermera del Consejo, Guadalupe Fontán, insiste en que "hay que mantener la zona interior de la mascarilla siempre limpia porque es la que está en contacto con nuestra boca y nuestras mucosas". Para ello, se recomienda desinfectar las manos antes de hacerlo y sujetarla por las gomas, evitando tocar el interior.
¿Y al guardar la mascarilla?
Para guardarla, se aconseja doblarla hacia adentro y utilizar accesorios como bolsas de tela o sobres de papel, evitando contenedores que no sean transpirables, como las cajas o bolsas de plástico. “Tampoco debemos llevarla colgando del codo que es algo que desgraciadamente vemos habitualmente. El codo es una zona que enseguida apoyamos en distintas superficies, una mesa, una silla… y lo hacemos casi sin darnos cuenta, por tanto, es una zona muy expuesta que puede estar contaminada. No debemos perder de vista que la mascarilla que cuelga del codo luego estará en contacto con nuestra nariz y boca y eso es algo que tenemos que evitar”, puntualizaba la profesional.
El riesgo de nuevas variantes, al acecho
Fontán recuerda que, aunque la situación epidemiológica parezca ir a mejor, todavía existe riesgo de algún repunte de contagios. La existencia de nuevas variantes, por ejemplo, es uno de los factores que lo posibilitan por su rápida propagación. "De no mantener estas medidas [las que recomiendan] en pocas semanas podríamos estar hablando nuevamente de una afectación importante en cuanto a contagios y hospitalizaciones”, reflexionaba.
Las mascarillas, ¿llegaron para quedarse?
Una de las preguntas que en torno a las mascarillas más se plantean últimamente es la de si han llegado para quedarse. En este sentido, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya explica que “la pandemia ha servido para sensibilizarnos en cuanto a nuestra vulnerabilidad frente a agentes que no se ven, como los virus y las bacterias. Esta experiencia, sin duda, va a hacer que a partir de ahora tengamos más presente la necesidad de protegernos más, sobre todo, en determinadas situaciones como pueden ser el hecho de acudir a un centro hospitalario o viajar en transporte público, especialmente en hora punta. De hecho, tenemos el precedente de los países asiáticos donde la gripe aviar hizo que adoptaran la mascarilla como un elemento de protección habitual. La mascarilla nos protege, como hemos visto, no sólo del coronavirus sino también frente a otros virus como el de la gripe o los alérgenos. Por eso, es factible que cuando esto pase se mantenga su uso en escenarios y situaciones en los que antes no nos lo hubiéramos siquiera planteado”, concluye.