Así avanzan las sedes de Guardia Civil y Aduanas en la frontera

El pasado mes de febrero comenzaron los trabajos en un espacio de más de 3.500 metros cuadrados para la construcción del edificio que usará la Guardia Civil y Aduanas en materia fiscal, ubicado en la frontera que separa Ceuta de Marruecos.

La primera fase de los trabajos está consistiendo en la colocación de una losa de hormigón, lo que permite crear una base sólida antes de dar paso a la construcción del edificio principal.

Este proceso ha requerido la intervención de un gran camión grúa, que ha sido visible desde las inmediaciones de la frontera del Tarajal.

Esta maquinaria ha sido fundamental para la instalación de la losa, asegurando la estabilidad y la durabilidad de las futuras infraestructuras.

Con esta base establecida, el siguiente paso será la instalación de las vigas y la colocación del tejado, lo que permitirá completar la estructura del nuevo edificio, que servirá como centro de operaciones para las autoridades encargadas de la seguridad en la frontera.

Este proyecto se enmarca dentro de un plan mayor de adaptación de la frontera de Ceuta a la normativa europea en materia de control de entradas y salidas automatizadas, lo que implica la necesidad de modernizar y optimizar la infraestructura existente.

Seguridad y agilidad en la frontera

Con el objetivo de mejorar la eficacia y la eficiencia en el control de personas y mercancías, la actuación ha implicado la ocupación de 3.679 metros cuadrados de terreno, que forman parte del dominio público marítimo-terrestre. Esta ampliación permitirá incorporar las nuevas instalaciones necesarias para implementar un sistema de control avanzado, alineado con los estándares europeos de seguridad y agilidad en el tránsito fronterizo.

La nueva infraestructura sustituirá a los actuales módulos temporales, que se utilizan en la actualidad para el control de mercancías y personas. Estos módulos han quedado obsoletos debido a la creciente demanda y a la necesidad de contar con un sistema más eficiente y acorde a las tecnologías de estos tiempos.

Así, se prevé que la frontera inteligente entre en funcionamiento a finales de este año, lo que permitirá a la Guardia Civil y a Aduanas disponer de mejores puntos de control, con sistemas avanzados que facilitarán un flujo más ágil y seguro para los ciudadanos y mercancías que cruzan diariamente la frontera.

Uno de los elementos clave de este proyecto es la incorporación de un sistema automatizado para el control de las personas, especialmente en lo que respecta al tránsito de los trabajadores transfronterizos.

En este sentido, se han destinado 7,5 millones de euros para la construcción de este sistema de frontera inteligente, cuyo objetivo es agilizar el paso de las personas. Los transfronterizos, cuyo perfil y datos están ya almacenados en la base de datos de las fuerzas de seguridad, podrán acceder de forma prácticamente automática gracias al uso del reconocimiento facial. Este sistema no solo mejorará la seguridad, sino que también permitirá un tránsito mucho más rápido y fluido para este colectivo.

El control de vehículos también se verá optimizado gracias a la implementación de avanzados sistemas de identificación automática de matrículas.

Estos sistemas estarán interconectados con los que ya utiliza la Guardia Civil, lo que permitirá realizar un seguimiento más eficiente y seguro de los vehículos que cruzan la frontera. Esto no solo mejorará la seguridad, sino que también facilitará un proceso de control mucho más ágil, reduciendo los tiempos de espera y aumentando la eficacia en la gestión del tráfico fronterizo.

A lo largo de la nueva frontera, se instalarán una serie de dispositivos de seguridad adicionales, como modernos detectores de personas, arcos detectores de metales, escáneres para equipajes, y detectores manuales de metales.

Estos dispositivos contribuirán a garantizar que los controles sean más exhaustivos y seguros, protegiendo tanto a los ciudadanos como a las autoridades. Además, los sistemas de control de acceso estarán diseñados para mejorar la fluidez en los pasos fronterizos, permitiendo un control eficiente sin generar grandes atascos ni demoras.