Con un grueso de fotografías, los trabajadores de
Trace exponen lo que se encuentran a diario en las calles de Ceuta. Una ciudad que amanece sucia, convertida en una “verdadera vergüenza”. A través del ugetista, Juan Gutiérrez, exponen que “estamos cansados de que se diga que la ciudad está sucia y que se nos tache de que no limpiamos. Claro que está sucia, con más de 400 trabajadores
limpiando miles de kilos de basura diarios y no damos abasto. El incivismo se ha apoderado de nuestra ciudad y si a esto le añadimos que tenemos un Gobierno que no pone mano dura, apaga y vámonos. Exigimos que se hagan cumplir las ordenanzas municipales de limpieza”. Y es que t
odas las barriadas de la ciudad, pero también el centro, están repletas de basuras pero, sobre todo, de enseres y de restos de obra. Los vecinos denuncian incluso que van conductores en furgonetas para arrojar escombros, se supone de actuaciones ilegales. Pero además los muebles retirados de viviendas particulares se dejan en la calle, ocupando incluso aceras. A esto se añade que se saca la basura cuando se quiere sin respetar horarios y que se deposita en cualquier lado. La ciudad está más sucia que nunca y los trabajadores de Trace quieren manifestar que no tienen la culpa porque sí trabajan, pero el volumen de restos encontrados no es normal.
Reproches a Medio Ambiente por no colocar bidones para los restos de corderos
Por otro lado el sindicato Solidaridad reprocha a
Medio Ambiente que no haya dispuesto los recursos necesarios para impedir que los restos de corderos acaben en los contenedores de basura orgánica, poniendo de manifiesto la falta de previsión para facilitar la recogida de los restos animales de
la Fiesta del Sacrificio. El delegado del sindicato en la empresa de limpieza Trace, Juan Montoya, explica cómo, en los días posteriores a la festividad musulmana, han sido ingentes los restos de cordero que han aparecido en los contenedores “cuando estos nos se pueden mezclar con la basura orgánica”. La causa, señala, es que la Ciudad Autónoma no ha dispuesto de bidones suficientes en las barriadas para que los desechos animales se depositaran ahí. “El dispositivo desplegado ha sido insuficiente y hasta inexistente en algunos casos”, explica Montoya para señalar cómo por ejemplo en el Príncipe, a pesar de que hay una mayor parte de población musulmana, no había “ni un solo bidón para restos animales” y “los vecinos se han visto obligados a echarlos a los contenedores”. “El Gobierno dijo que dispondría de bolsas especiales y bidones para el depósito de los desechos del cordero y no ha sido así”, denuncia el delegado de Solidaridad.