Una mala experiencia ‘picó’ la curiosidad de Almudena Mundi. Natural de Sevilla, pero vecina de Ceuta, eso ocurrió en 2014. “Con mi primer bebé tuve muchos problemas con el tema de la lactancia. Sufrí una mastitis importante que acabó en una intervención quirúrgica de urgencia y, aunque tuve que destetar, aprendí mucho”, empieza su relato.
Fue entonces, prosigue, cuando algunas mamás de su entorno cercano empezaron a consultarle. “Me escribían y yo les ayudaba, de mamá a mamá, pero llegó un momento en que me di cuenta que el tema me interesaba mucho, así que decidí formarme para poder informar mucho mejor”, explica quien es hoy, oficialmente, asesora de lactancia.
Cree, aunque no puede asegurarlo al 100%, que ella es la única en Ceuta en estos momentos. Entonces surge la pregunta, ¿cómo hay que formarse para ser asesora de lactancia? ¿y en qué consiste su labor?
“Yo hice una formación de carácter privado, estudié para poder dar una información más científica y respaldada. Al finalizar la formación me vinculé a un grupo de apoyo a la lactancia materna que estaba aquí en Ceuta ya creado por mi compañera Raquel Ibor y María López, que es enfermera, así como por un grupo de mamás y familias que apoyaban la lactancia materna, la crianza respetuosa y la pedagogía libre”, sigue enumerando.
Las asesorías de Almudena, ahora ya con más herramientas, se fueron incrementando. Siempre, eso sí, de forma voluntaria. Y aunque las llamadas telefónicas suelen ser el procedimiento más común, en caso de ser necesario también visita a quien lo necesita, “aunque con el covid esto ha bajado mucho por razones evidentes”.
Consultas más habituales
No es siempre, pero sí un alto porcentaje de las madres que recurren a su ayuda son mamás primerizas. Están en sus primeros días y semanas y el nerviosismo, la inseguridad y las opiniones externas interfieren continuamente. Los mensajes, a veces, son contradictorios y muchas se encuentran perdidas y, a menudo, faltas de apoyo. “Les doy las pautas básicas de cómo deben amamantar a sus bebés porque hay muchísimos mitos que rodean a la lactancia materna: que tu leche no es buena, que no alimenta, que no te sube la leche, que el niño tiene hambre…”, enumera.
Ella, aunque no pudo amamantar con su primer bebé, sí lo logró sin problemas (y hasta los tres años) con sus dos hijas posteriores. “Esto es una ‘lucha’ por informar, dar información actualizada y sobre todo tranquilizar mucho a las mamás, pues seguro que lo están haciendo muy bien y lo que ocurre es que están en un momento difícil y con mucha presión”, afirma.
Pero las primerizas no son las únicas que le llaman. También se dan otro tipo de situaciones como “mamás ya de varios hijos pero que, de repente, se les presenta un problema de mastitis o de frenillo corto que, en ese caso, tienen que ser derivados a especialistas porque aquí en Ceuta no solemos tenerlos”.
La conocida como ‘crisis de los tres meses’ en los bebés también suele ser motivo de llamada, pues algunas mamás se ponen nerviosas. Ocurre cuando, sobre ese tiempo, los niños tienen unos días raros, en que parece que rechacen el pecho. Mundi explica que, en realidad, lo que ocurre en esos casos es que es una especie de periodo de re-adaptación, “una forma que tiene el pecho de aumentar su producción pues el bebé ya es más grande y necesita mayor cantidad, es una simbiosis que debe darse entre la mamá y el bebé”. Consultas de aquellas que desean destetar en algún momento, sobre cómo debe ser el proceso, también es otro tema que siempre está en agenda.
“Sentí que era algo que tenía que devolver”
Almudena pone por delante una idea: “No es mi intención, para nada, cuestionar al personal sanitario porque hay excelentes profesionales, pero es cierto que sobre lactancia materna se necesita una formación específica y constante para poder asesorar de forma adecuada a las mamás”.
Su situación personal tuvo mucho que ver en su inclinación. Lamenta que “a mí no me supieron apoyar en su momento” y afirma que “sentí que hacer esto es algo que yo tenía que devolver para que otras no pasen por los problemas que yo tuve”. Está convencida, además, que apostar por la lactancia materna es un asunto de salud pública en todo sentido porque se incrementa el apego, el bienestar psicológico tanto del bebé como de la mamá y, ante todo, la seguridad de la persona que se está desarrollando y se da una correcta nutrición.
Estudios, incluso, respaldan que las mamás que amamantan tienen menos probabilidad de sufrir a futuro un cáncer de mamá o de ovarios. “Amamantar es lo natural”, recuerda e indica que más del 90% de las mujeres pueden hacerlo sin mayor complicación, pero con una ayuda y acompañamiento adecuado.
Dos palabras, ayuda y acompañamiento, que son claves en este asunto y que muchas mamás de esta última generación no están teniendo. ¿El motivo? Basta echar la vista atrás. “Yo tengo 38 años y, en la generación de nuestras madres, la gran mayoría de mujeres no amamantó y por eso muchas no saben ahora acompañar en esto a sus hijas”, recuerda, “somos la generación del biberón en la que esa figura de apoyo se perdió”.
Situación que hace que personas como Almudena lleguen a convertirse en figuras claves dentro de lo que, al fin y al cabo, es una labor social de gran utilidad.
¿Más información?
LactaCeuta, la asociación que existe en Ceuta, no está muy activa en estos momentos ya que la pandemia frenó las reuniones mensuales y otras actividades que se convocaban. Sin embargo, cuentan con un perfil de Facebook donde hay mucha información valiosa que sigue sirviendo a quien lo necesite.
habria que darle una subvencion del ayuntamiento para financiar algo que es asi desde que los mamiferos son mamiferos
Que importante es mantener y fomentar la lactancia materna.
En el Centro de Salud del Recinto hay una gran profesional también que apoya la lactancia. Las reuniones que Lucia la matrona realizaban son fundamentales. Esperamos que todo se retome.