Fiscalía, Acusación Particular y la Defensa del asesino confeso de Yalal ‘loco’ han presentado este martes ante los miembros del Tribunal del Jurado conformado en Ceuta una exposición de hechos fundamentada en el acuerdo.
Los jurados se enfrentan a un caso muy particular ya que deberán ahora dictar veredicto en torno a un crimen que está marcado por una clave importantísima: el acusado reconoce la autoría.
Se está, como se ha expuesto este mismo martes, ante un “asesinato de manual”.
Todas las partes coinciden en la relevancia de este gesto. En el hecho de que el llamado S.A.M. no solo acudió a la Policía Nacional a confesar el asesinato cuando el procedimiento estaba bajo secreto de sumario y por tanto nada se sabía de las investigaciones en curso, sino también en la confesión mantenida en Instrucción y este mismo lunes ante los miembros del Jurado.
El asunto estuvo protegido por la figura del secreto de sumario hasta incluso un mes después de la confesión de los hechos.
Una pistola semiautomática y un disparo mortal
El acusado, que no ha querido hacer uso de su derecho a la última palabra, se ha aferrado durante todo este tiempo a la misma máxima: él mató a Yalal ‘loco’ y lo hizo con una pistola semiautomática para la que no tenía licencia de armas.
Todas las partes han significado ante el Tribunal del Jurado que precisamente esa confesión mantenida es la que ha permitido el esclarecimiento del crimen.
Lo que ha ocurrido en la jornada de hoy ha marcado un nuevo panorama al renunciarse a todas las testificales menos a la declaración del médico forense y a un miembro de la Policía Nacional de Balística.
Así se ha verificado que la víctima murió de un disparo que le generó una hemorragia severa sin que diera tiempo a reparar las mortales consecuencias. Falleció por ese disparo que le desgarró la aorta.
El integrante de la Policía Nacional de la Unidad Científica ha confirmado que el disparo se hizo con un arma semiautomática, con munición de calibre 9 milímetros parabellum. El ataque fue dirigido hacia el coche.
Un caso "claro" para los jurados
Los jurados, una vez reciban el objeto del veredicto, se enfrentan a un asunto que “está claro”, como ha resaltado la Fiscalía, ya que el propio acusado ha reconocido los hechos.
Además, queda concretada esa “alevosía” ya que lo mató sin que la víctima pudiera defenderse haciendo uso de un arma para la que no tenía licencia.
Yalal ‘loco’ no pudo reaccionar ni defenderse, por eso se está ante un asesinato que todas las partes señalan.
El reconocimiento del crimen incidirá en la calificación jurídica, en la pena que dicte el magistrado Fernando Tesón, ya que se ha tratado de un gesto “útil” sin que sea habitual contar con este tipo de testimonios.
No solo existe esa declaración, sino que la manifestación del forense y del agente del CNP vienen a corroborar ese testimonio.
La "utilidad" del reconocimiento: la clave
La Defensa de S.A.M. ha resaltado ante el Jurado que su cliente ha confesado hasta en tres ocasiones los hechos, debiendo tenerse en cuenta la “utilidad” de ese reconocimiento ya que, precisamente, ha motivado que hayan sido necesarias más pruebas.
Se está ante “datos objetivos”: existió un asesinato, la víctima no pudo defenderse y ha existido colaboración para que el procedimiento pueda llegar a su fin.
Es un “asesinato de manual”, ha referido la propia Defensa que ha insistido en que el acusado nunca ha querido “desvirtuar la realidad” de unos hechos por los que deberá pagar.