Es una burla al sistema judicial y a la ciudadanía en general. Es la descripción de un despropósito que, aunque conocido, nadie actúa en consecuencia para evitarlo.
Seis días después de denunciarse la avería de los ascensores del Ceuta Center, de tener que suspenderse incluso uno de los juicios señalados, la vida sigue igual, como decía la canción. Sigue igual porque este lunes, todos los elevadores seguían estropeados sin que se haya buscado fórmulas que vengan a solucionar lo ocurrido. Y esta situación afecta a todas las plantas. La última, en la que se ubican los juzgados de lo Penal y la sala de la
Audiencia. Este lunes se han señalado varios
juicios que han podido celebrarse pero personas mayores que acudían a declarar como testigos o víctimas de la comisión de diversos delitos tenían que subir a duras penas las dos fases de escaleras. La misma escena se repetía en la primera planta, que alberga servicios municipales de la administración local como el pago de tributos entre otros. Personas con movilidad reducida, que deben caminar ayudados con muletas o utilizan silla de ruedas se quedaban sin poder cumplir los trámites debidos al no funcionar ninguno de los cuatro elevadores. Lo grotesco de esta situación no es ya que no funcionen, cuando hace dos meses que se adjudicó el concurso para su arreglo que debería haber finalizado en este mismo año. Lo grave es que siendo una situación conocida tanto por la Ciudad Autónoma como por la Gerencia Territorial de Justicia, no se hayan adoptado medidas paliativas de inmediato. Y no será porque no ha habido denuncias. Las hay en prensa, las hay a través de quejas oficiales presentadas por los afectados y las hay por parte de CCOO-Justicia, sindicato que no se ha cansado de poner de manifiesto esta situación bajo la amenaza incluso de trasladar el asunto a la Fiscalía para que se actúe en consecuencia. En la ciudad que lleva a gala la accesibilidad se incurre en despropósitos de este calado.