Otra semana más acogemos a una nueva gran figura del
fútbol de Ceuta. Esta vez desde su kiosko, tenemos el placer de hablar con Ariel Romero, el que fuera portero de la
AD Ceuta FC hizo junto a nosotros un viaje por el tiempo para recordar su carrera
deportiva.
Nacido en Uruguay, concretamente en Colonia de Sacramento, Ariel Romero comenzó como todo futbolista desde una edad muy temprana a practicar este deporte. Con 17 años debutó en Primera División con el equipo uruguayo Huracán Buceo. Una oferta desde España haría que tomara la decisión de dejar toda su vida atrás para comenzar un nuevo recorrido.
Su primer destino fue Murcia, pasando por Cartagena y Almería finalmente llegó hasta Ceuta, su último destino fue Fuerteventura, allí decidió volverse a la ciudad autónoma donde se centró en su trabajo. “Comencé desde muy chico en Uruguay, tuve la fortuna de jugar en el profesionalismo uruguayo y a partir de ahí empezó ese viaje eterno hasta llegar a Ceuta donde se cumplieron objetivos muy bonitos”.
Ariel recuerda sus comienzos con el balón en Uruguay como “algo maravilloso. No tenía ni la obligación ni la responsabilidad de que te pagan por conseguir cosas. Todo era la pasión del fútbol. Lo único que te planteabas era el mero hecho de competir con tu rival. Con el tiempo se disfruta pero quizás menos”.
El uruguayo desde bien pequeño sabía que lo suyo era estar bajo los palos, “siempre fui portero. De juvenil en Uruguay estuve un año jugando de delantero y lo disfrute. Pero también, por circunstancias de la vida, expulsaron a nuestro portero y volví a jugar de portero. Fue un acierto porque al final yo he vivido de esto. Me encanta jugar como jugador de campo pero mi carrera ha sido basada en jugar como portero”.
Ariel Romero continuó ascendiendo en su carrera deportiva y con 17 años debutó en la Primera División de Uruguay, “fue espectacular. Jugué tres temporadas allí hasta que me fui con el Real Murcia. Con 17 años eres un poco el niño pequeño de tus compañeros, fui mimado y aprendí muchísimo. Competía con compañeros de una edad avanzada, que lo mismo que hice yo de ayudar a compañeros más jóvenes, hicieron ellos”.
Después de esas tres temporadas, y tras haber pasado durante un tiempo por el seguimiento de unos representantes argentinos, el Real Murcia se interesa por Ariel Romero que decidió emprender camino a España dejando todo atrás de forma precipitada, “a mi me avisaron un miércoles de que a la mañana siguiente tenía que viajar a Alicante. Fue un visto y no visto el estar presente en España. Era un chico que venía de un pueblo disfrutando de las vivencia del fútbol sin obligaciones, que cayó en algo con una enorme responsabilidad porque el Murcia estaba en Segunda División A.
Este inicio de camino en España fue un cambio en la vida de Ariel, “el fútbol profesional tiene partes divertidas pero también unas obligaciones terroríficas. El deportista de élite tenía que evitar cosas en las que podías tener una lesión. Fue muy bonito, pero con una responsabilidad enorme”.
El uruguayo llegó a España siendo muy joven y teniendo que adaptarse a un ritmo de juego diferente al que él estaba acostumbrado, “el fútbol europeo en aquella época era más rápido que el sudamericano. Para colmo yo nunca he sido un portero alto, era un portero bajo con cualidades técnicas que se usaban en Sudamérica. Hoy en día jugaría más cómodo porque el portero también es jugador de fútbol. En la época en la que llegué casi todos los porteros medían 1,90. Era el enano entre casi todos los porteros. La adaptación fue muy mala, y para colmo me lesioné nada más llegar”.
Tras estar tres temporadas en Murcia, Ariel jugó una temporada en Cartagena y otra en Almería. Tras estos dos años, comenzó su andadura en la AD Ceuta FC donde consiguió ascender al Segunda División B y donde tuvo sus mejores años.
“Lo que viví en Ceuta fue lo mejor”
La llegada de Ariel a Ceuta fue un tanto peculiar, “me habían ofrecido para ir a un equipo en Mallorca y dije que no porque no me quería ir a una isla. Finalmente me vine a un lugar más alejado de todo, con vivencias diferentes. Pero me siento muy afortunado porque lo que viví en Ceuta fue lo mejor, todo era mucho más cercano. Terminábamos los partidos y nos reuníamos con familias que nos veían como si fuéramos algo extraordinario cuando éramos uno más. Cuando llegué aquí ni siquiera era fútbol profesional, pero nos trataban como si lo fuéramos. Nosotros nos adaptamos a esa exigencia y desde el primer año fue espectacular”.
El ex portero, cuando habla de su época en las filas del Ceuta, solamente tiene buenas palabras hacia el equipo al que perteneció y con el que consiguió buenos resultados, “fue bonito desde el comienzo. El primer año fue muy complicado y aún así fuimos campeones de liga, aunque perdimos la liguilla de ascenso en Plasencia. Al año siguiente comenzamos con una mejor estructura y posiblemente nos faltaba una jerarquía de un entrenador serio como Álvaro Pérez, que fue el que llegó. No fue coser y cantar, fue un esfuerzo muy grande y el equipo rindió. Tenía un nivel de compañeros altísimo. Podíamos competir absolutamente con cualquiera”.
“El ascenso fue difícil”
El Ceuta en la temporada 97-98 ascendía a Segunda División B, un ascenso que conllevó muchas obligaciones, “estuvimos concentrados en Chiclana, como si fuéramos profesionales. El primer partido aquí contra el Guadalajara lo pasamos muy mal, ganamos por 1-0 en el descuento gracias a un gol de Toni León. Lo demás fue ciertamente cómodo, a pesar de lo difícil. Fue de gran dificultad, pero sabiendo que teníamos una plantilla para poder ganarle a cualquiera en esa época”.
El equipo caballa destacaba por los grande jugadores que militaban en sus filas. Futbolista con una calidad digna de grandes categorías y de los cuales Ariel guarda un buen recuerdo, e incluso sigue manteniendo el contacto con muchos de ellos, “sigo en contacto con la mayoría y con algunos como Luis Garmendia, Toni León, Pepe Parrado. Intentamos mantener un contacto a pesar de que no puede ser tan fluido”.
Ariel Romero decide seguir su carrera en Fuerteventura, “jugué dos temporadas allí. Un día me llama un amigo porque se hacía el Título Nacional de entrenador en Ceuta, entonces me vine con el objetivo de ser entrenador. Sentí que no era mi pasión y decidí que tenía que empezar a trabajar de verdad. Un día decidí que tenía que tener algo propio y compré este kiosko de lotería”.
Veteranos
Ariel Romero sigue estando presente en el mundo del fútbol de Ceuta. Actualmente se encuentra en el Foso Ceuta donde se centra sobre todo en disfrutar de su amor por el fútbol.