Más de 90 personas, entre argelinos, marroquíes y menores, han sido interceptados en una operación por sorpresa llevada a cabo
por la Guardia Civil de Ceuta en las escolleras. La intervención ha contado con la participación de agentes de todas las unidades: desde Fiscal hasta Servicio Marítimo pasando por los GEAS, GRS, motoristas, miembros de la Compañía Rural… El despliegue ha sido uno de los más importantes que se recuerda y, al final, la Benemérita ha tenido que pedir respaldo de la Policía Portuaria dada la cantidad de inmigrantes interceptados. De los alrededor de 90 hay 27 que son marroquíes, unos 26 son residentes del CETI tanto argelinos como marroquíes y 37 son menores. Las redadas se han llevado a cabo en las escolleras y en los techos
de la estación marítima, pero también se han extendido a naves abandonadas en las que se ocultan los inmigrantes y en las que han entrado los agentes. La Policía Nacional y la Guardia Civil se están encargando de identificar a las personas para filiarlas y conocer así si pueden ser o no expulsadas.
En las batidas llevadas a cabo, ha habido casos en los que los inmigrantes han intentado escapar de los guardias civiles, desplegados en un número tan elevado que ha sido prácticamente imposible cualquier vía de escape. Esta actuación se produce después de semanas en las que se había producido un aumento de intentos de escapada de inmigrantes escondidos en buques además de peleas entre los grupos que duermen en las escolleras y los que permanecen en las explanadas de fuera.
La intervención se ha ejecutado a primera hora de la tarde extendiéndose por toda la zona del puerto, procediéndose a la localización de estas personas tanto dentro de las zonas restringidas como fuera. Así también se han inspeccionado naves del entorno portuario. De momento, el número concreto de personas localizadas, según fuentes oficiales, son algo más de 90.
Los inmigrantes han sido trasladados en los furgones de la Guardia Civil a las dependencias de la Compañía Fiscal en donde se ha procedido a la separación por grupos de los posibles casos de menores y adultos, al objeto de trasladar a los que no tienen 18 años
al centro de La Esperanza.