El titular del
Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta ha acordado el sobreseimiento provisional y archivo de la causa abierta tras el atraco que un
taxista dijo haber sufrido el pasado 18 de septiembre. Lo hace ante la falta de indicios que verifiquen que esto realmente sucediera.
Por este caso la
Policía Nacional identificó a 4 jóvenes que
finalmente no han podido ser vinculados con estos hechos delictivos, trasladando sus identificaciones al juzgado pero sin proceder a su detención.
Los 4 afectados, cuyos intereses han sido defendidos por los abogados Jorge Gil Pacheco, Néstor García y Alberto Aflalo,
siempre negaron la comisión de ese atraco. Ahora se concluye, tal y como su señoría recoge en el auto judicial notificado ayer y a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro, que “de lo actuado” se desprende que “no resulta debidamente justificada la perpetración del delito”, lo que ha llevado al archivo de la causa.
El profesional del taxi
denunció que le habían atracado 4 jóvenes de madrugada cuando hacía el recorrido desde la Gran Vía hasta la barriada de Hadú. Hubo una identificación policial de 4 personas “cuyas filiaciones fueron aportadas y sin que fuesen detenidos, tan solo citados ante este órgano, lo que denota ya la existencia de escasos indicios para seguir adelante con la causa”, explica el juez responsable de la instrucción.
“Si los indicios fuesen sólidos y consistentes los investigados hubiesen sido detenidos y puestos a disposición judicial y no meramente citados ante el juzgado instructor”, aclara.
No obstante la Jefatura Superior de Policía sí que difundió aquello mediáticamente como un arresto, englobando este operativo en la resolución de casos policiales destacados a los que se hizo alusión el Día del Patrón, incluso poniéndole nombre: Operación Gautier.
Los investigados reconocen que hicieron un 'simpa' pero no que atracaran
El relato ofrecido por la víctima sobre cómo se habría producido el atraco “es bastante raro”, se apunta en el auto. “Dice el denunciante que una vez llegó a la barriada de Hadú sintió cómo uno de los jóvenes de los sentados en la parte trasera le puso algo frío en la cabeza no pudiendo especificar si cuchillo, pistola o algún artilugio semejante quitándole noventa euros en billetes que tenía en el reposabrazos del taxi huyendo a la carrera dos de ellos, quedándose los otros a hablar con él”, recoge su señoría.
“Esto ya de por sí resulta bastante raro. En primer lugar, porque si dice haber sufrido un
robo violento no tiene sentido que se ponga a hablar con dos de los presuntos autores materiales del hecho y en segundo lugar, porque resulta extraño que un taxista tenga dinero en el reposabrazos al alcance de cualquiera de los viajeros cuando lo lógico es pensar, y así lo entiende este instructor por su experiencia, que debería tener los billetes en un bolsillo suyo y no a la vista y alcance de las personas. No resulta creíble que tenga tal cantidad de dinero en un reposabrazos sin tapa y al alcance de la gente que pueda coger el taxi”, expone.
En la investigación judicial se contó con la declaración de otra taxista que justo estaba haciendo una carrera detrás del denunciante y que además es tía de uno de los jóvenes.
En el auto su señoría cree que el taxista "magnificó la situación" y no hubo atraco
Dijo no haber visto “comportamiento inadecuado” de los cuatro “ni queja alguna de su compañero”. “Lo que sí confesaron los investigados es que hicieron un ‘simpa” -es decir irse sin pagar- “toda vez que durante el trayecto observaron que no iban a tener dinero suficiente para la carrera después de haber pasado la noche de fiesta en el Poblado Marinero”.
La propia taxista se ofreció a pagar la carrera en nombre de su sobrino, algo a lo que se negó el denunciante. “De las cámaras aportadas nada anómalo se desprende”, insiste su señoría en el auto.
“A mayor abundar, el presunto hecho acaeció a escasos metros del cuartel de la Guardia Civil donde había vigilancia externa y así nos lo dice la fuerza actuante en el último oficio recibido. Resulta sorprendente que si el taxista estaba muy preocupado por lo sufrido lo más lógico es acudir a pedir auxilio a la fuerza de seguridad más próxima, en este caso, el acuartelamiento citado donde no consta incidencia alguna de esa noche, lo que denota que los hechos ocurrieron como dicen los investigados y no tanto como dice el dicente el cual, quizás, ante el ‘simpa’ magnificó la situación”.
Este caso fue muy mediático, de hecho incluso derivó en una concentración en la plaza de los Reyes y en una posterior reunión en Delegación en la que se prometió mayor seguridad. A ojos de la Justicia los hechos no fueron así.