El Consejo de Ministros del Gobierno de España, reunido este martes en La Moncloa, ha dado luz verde a la aprobación de las obras de emergencia en el Instituto de Educación Secundaria Luis de Camoens de Ceuta, unas obras que van dirigidas a la renovación completa de la cubierta plana y la reparación de las zonas interiores afectadas por las filtraciones de lluvia.
A propuesta del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, el Gobierno ha invertido un total de 208.000 euros en unas obras que se llevan a cabo ya con el objetivo de terminarla antes del fin del verano.
La intervención de Gerencia de Infraestructura y Equipamientos de Cultura en el inmueble, adscrito al Ministerio de Educación y Formación Profesional, se realizará inmediatamente con el objetivo de que el centro esté operativo en el mes de septiembre, cuando comienza el próximo curso escolar.
Siguen las dudas por el próximo curso escolar
Esta obra se realizará con el objetivo de que llegue al final cuando los alumnos vuelvan a las aulas, aunque aún está en duda cómo será ese próximo curso con todo lo que está ocurriendo por la crisis sanitaria del coronavirus.
Lo que se conoce hasta ahora es que el alumnado de Infantil y Primaria pasará en casa parte de cada mañana, o así al menos lo instó el nuevo director provincial de Educación, Juan Bosco, a los directores de los colegios ceutíes. El objetivo es establecer dos turnos de asistencia a clase en Infantil y Primaria (de 8.30 a 11.30 y de 12.00 a 15.00 de lunes a viernes) y presencialidad en jornadas alternas de lunes a jueves para los niveles superiores.
La Dirección Provincial propuso una división “vertical” de los grupos y no “horizontal”, con unas edades acudiendo a un turno y otras a otro, para “permitir a los colegios adscribir al mismo horario a los hermanos de la misma o distinta edad, la principal directriz que se ha trasladado a los CEIP con el fin de no trastocar todavía más los horarios de los progenitores de estudiantes de Infantil y Primaria, que aún así se encontrarán con sus hijos fuera de las aulas la mitad de las mañanas de lunes a viernes.
A partir de esa premisa (también se ha sugerido “flexibilidad” para reunir a los estudiantes que, sin compartir apellido, sí van juntos al colegio), los colegios disponen de libertad para organizar los grupos “por orden alfabético o como estimen más conveniente en diálogo con las familias”.
En algunos colegios con comedor escolar se está pensando dejar al alumnado beneficiario del servicio para el segundo turno (también se ha abierto la posibilidad de llevarse el menú quien lo pida y aporte los envases) y en adelantar la entrada del primero a las 8.00 horas para así disponer de 60 minutos antes de mediodía para efectuar los trabajos de desinfección de los centros prescritos.