No hay nada más digno que defender los derechos humanos de las personas que son sometidas a cualquier tipo de violencia, explotación o discriminación. Defender, levantar la voz ante las injusticias, mostrar rechazo a los que con su comportamiento denigran a los más débiles es un orgullo para cualquier ciudadano. La Asociación Pro Derechos Humanos lleva años luchando contra cualquier tipo de discriminación o violencia y esta lucha ha sido reconocida a nivel internacional. Sin embargo, le cuesta reconocer sus errores o mostrar ese mismo rechazo, cuando los que sufren la violencia son miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Ya ha pasado más de una semana desde que la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía acusó a los trabajadores de las FCSE de vulnerar los derechos de las porteadoras marroquíes y siguen sin pedir disculpas. Diez días después, y ante la persistente amnesia que parecen demostrar los responsables de esta ONG, ha llegado el momento de volver a refrescarles la memoria, porque con sus acusaciones -sin fundamento- en el Congreso de los Diputados menoscabaron el trabajo que, sin medios materiales, realizamos los guardias civiles destinados en las dos ciudades autónomas. Un trabajo que, entre otras funciones, tiene el de proteger la integridad física de las mujeres y hombres que, por un puñado de monedas, cada mañana atraviesan la frontera en dirección a Marruecos cargad@s de fardos más pesados que ell@s.
Las mafias, como les dijimos hace diez días a los miembros de la APDHA, son las que explotan a estas mujeres y hombres de manera abusiva, pero hasta la fecha esta ONG, que dice defender los derechos humanos, no lo ha denunciado en ningún momento, a diferencia de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), que de manera insistente hemos reclamado un trato digno para todas estas personas.
En AEGC no hemos olvidado lo que desde esta asociación piensan de nuestro trabajo, seguimos considerando muy graves sus acusaciones y seguimos echando en falta que desde esta organización denuncien con tanto ímpetu por ejemplo las agresiones que sufrimos durante el transcurso de nuestro trabajo, atropellos, pedradas, etc. Y nunca, hasta ahora, han levantado la voz a nuestro favor. Agresiones que no sólo sufrimos los guardias civiles, porque nuestros cónyuges e hijos también han sido víctimas de los violentos y organizaciones criminales.
Como les dijimos hace diez días, desde AEGC estamos totalmente de acuerdo en que el trato que reciben las mujeres, hombres y discapacitados es inhumano, pero se equivocan completamente al señalar con su dedo acusador a los culpables, porque los responsables de esta explotación y este trato denigrante son las mafias, como hemos denunciado en innumerables ocasiones.
Por eso el comportamiento de la APDHA nos parece infame por ser denuncias vertidas sin ningún tipo de rigor. Porque como ellos mismos han reconocido estos días, solo se apoyan en historias que les han llegado y no se han molestado en comprobar si tienen algo de veracidad. Es más, en su propio informe aseguraban que detrás de la explotación laboral de las porteadoras hay beneficios económicos que son aprovechados por las Ciudades Autónomas, si es así como dicen, ¿no creen que a quienes deberían señalar con su dedo es a los que se están beneficiando? ¿No creen que las responsabilidades deberían exigírselas a quienes están permitiendo esa explotación?
Los guardias civiles no nos beneficiamos de esta explotación con tintes esclavistas. Están tardando en rectificar. Para ser ustedes una organización que defiende los Derechos Humanos no han tenido ningún cuidado a la hora de vulnerar los derechos de unos trabajadores públicos que cada día arriesgan su vida en los pasos fronterizos. ¿Dónde ha quedado su humanidad para con los hombres y mujeres de la Guardia Civil?
Insistimos, para los guardias civiles y sus familias es incomprensible que una organización con el prestigio de la APDH ataque de esta forma a los trabajadores de las FCSE, quienes a diario arriesgan su propia vida por evitar avalanchas en los pasos fronterizos. Por eso, desde la Asociación Española de Guardias Civiles no entendemos que después de los múltiples casos de agresiones y agentes heridos en la frontera de Ceuta y Melilla, la APDH, nunca ha denunciado esta situación, pero se permite ahora con sus a acusaciones, manchar el trabajo de estos agentes.
¿Somos humanos los guardias civiles? Quizás no para APDH.