Ceuta acogió los días 5 al 7 de abril la primera edición de las Jornadas Intercontinentales de Marcha Nórdica y Senderismo, organizadas por el Club de Montaña ‘Anyera’, y que han contado con la participación de la Escuela Municipal de Marcha Nórdica del Ayuntamiento de Lebrija (Sevilla).
Un total de 55 deportistas de dicha escuela municipal han podido disfrutar de diversas actividades deportivas y culturales organizadas desde ‘Anyera’ durante todo el fin de semana. Un intenso programa que ha contado con la importante colaboración de los Servicios Turísticos de Ceuta, facilitando el traslado de los deportistas así como diversas visitas culturales guiadas a nuestros elementos patrimoniales más importantes.
El sábado tuvo lugar la primera actividad: una ruta lineal utilizando como eje vertebrador los senderos locales SL-CE3 y parte del PR-CE1 así como otros caminos y veredas de la zona de García Aldave.
Los asistentes pudieron conocer de la mano de Guías especializados la importancia de la Red Natura 2000 y la zona LIC-ZEPA del arroyo de Calamocarro, así como la historia de los distintos BIC’s existentes en la zona: torres de alquería de la Fuente de Regulares y Fuente de la Higuera, así como el origen y detalles de las Torres Neo-medievales de Aranguren, Anyera e Isabel II.
Adicionalmente han podido disfrutar de las espectaculares vistas de nuestra ciudad desde el Monte del Renegado y el mirador de Isabel II. Posteriormente y tras un picnic en ruta, pudieron visitar el Conjunto Monumental de las Murallas Reales y el impresionante yacimiento de la Puerta Califal y la Basílica Tardo-romana.
Ruta circular el domingo
El domingo la actividad continuó con una ruta circular por la península de la Almina, recorriendo los senderos SL-CE6 y PR-CE2, conociendo la historia del Fuerte de San Amaro, la ermita de San Antonio y los detalles de la Fortaleza del Hacho.
Tras un breve descanso los participantes llegaron hasta la playa de la Torrecilla para continuar por el Camino de Ronda hasta finalizar en el centro de la ciudad. Las jornadas finalizaron con una comida de hermandad en el restaurante El Cielo antes de regresar a Lebrija vía marítima.