Otro año nos deja, un punto y final a un 2024 lleno de historias, positivas y negativas, que han integrado la vida de esta ciudad. Se abren las puertas a un 2025 marcado por cuantiosos retos que cumplir como ciudad en su conjunto y como personas. Ceuta tiene muchísimo potencial, pero sin la cooperación de todos no se podrá ni salir adelante ni mejorar las expectativas.
Sigue habiendo intereses contrarios a la necesaria convivencia, intereses y recelos que nada bueno ofrecen. De la mano de todos nosotros está el abogar por un comportamiento responsable alejado de las manipulaciones y toxicidades que algunos intentan extender como norma.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, acostumbra a decir eso de Ceuta tiene problemas, pero no es un problema. Lejos de lo manido de la frase no le falta razón. Problemas hay muchos, pero la sociedad debe saber cómo afrontarlos en una tierra que también tiene futuro y metas que alcanzar.
Este 2025 abre las puertas a otro periodo de cambios, de incertidumbre, pero también de saber elegir la coordinación más adecuada y efectiva para salir adelante alejados de quienes solo buscan poner trabas, colocar piedras en el camino y afear el adecuado discurrir de un camino que, unidos, se emprende mucho mejor que con oscuridades y enfrentamientos.