El portavoz del Grupo Caballas, Mohamed Alí, poco tuvo que prepararse su discurso para chequear la gestión de Vivas, ya que el contenido de su ‘informe’ varió en poco al que leyera el pasado año. Alí achacó al Gobierno actual evidentes “síntomas de agotamiento”, recalcando que es la propia oposición la que está marcando su acción. Algo que consideró “preocupante” porque usted es “incapaz de resolver los problemas”, le dijo. Tras realizar el diagnóstico Alí sacó la calculadora y empezó a escupir números: el 60% de la juventud ceutí está en paro, el aumento del desempleo en términos porcentuales en Ceuta es el mayor de toda España, la inseguridad ha aumentado un 20%... y así hasta hacer culpable al presidente de la Ciudad de todos los ‘ceros’ que aparecen en la gestión local, a juicio de Caballas. Por culparle, hasta le culpó de la quema de coches.
Alí echó en cara a Vivas de no adoptar una política activa, convirtiéndose en víctima de la situación sin aportar salida alguna al escudarse en la falta de competencias. “Usted está muy acomodado en su Gobierno”, criticó, lamentando que no haya tenido en cuenta planes propuestos por la coalición como el de reforestación para paliar las cifras del paro o el plan de empleo juvenil, entre otros.
Al sentir de ‘acomodado’ Alí le añadió algo más: algo así como pasotismo. Y puso un ejemplo, mientras el norte de Marruecos evoluciona de una manera tremenda, “nosotros estamos mirando” o elaborando documentos en torno a la Mesa por la Economía que pretenden convertir Ceuta en una tienda libre de impuestos para los marroquíes, “cuando ustedes siempre han rechazado los acuerdos transfronterizos que les hemos propuesto”, aclaró.
Sintiéndose menospreciada por el Ejecutivo, Caballas echó en cara a la Ciudad que hubiera eliminado de un plumazo cualquier alusión a la reforma estatutaria. “De eso ya no hablan”, sentenció, acusando a los populares a querer dárselas de “patriotas” sin serlo porque “defender la españolidad de Ceuta” es hacer que la ciudad tenga un Estatuto igual que el resto de comunidades autónomas. Lo demás, dijo, es hacer uso de un discurso inválido para los “nostálgicos del Perejil”.
Al igual que hiciera el PSOE, Alí también mentó las políticas sociales, acusando la “falta de sensibilidad” de un PP que, entre otras medidas, ha quitado el bonobús o ha recortado el IMIS. Esa falta de políticas sociales también la extrapoló a la diferenciación acusada que, a juicio de Caballas, lleva a cabo el Gobierno en las inversiones en barriadas. “No cuestionamos el endeudamiento”, apuntó, “sino las diferencias en las inversiones, hay que equilibrar la ciudad, no crear dos Ceutas distintas”.
Alí defendió “otra manera de gobernar” con inversiones en materia social o en educación y sin cambios drásticos como los que ha sufrido en el último año el Gobierno. “¿Cuántos ha habido? Esto es un desorden, pero ¿confía usted en su equipo?”, se preguntó el líder de Caballas.
Al cierre de su intervención lanzó una reflexión crítica no ya hacia el PP sino hacia todos los partidos políticos, al cuestionar si están trabajando todo lo suficiente para salvar lo realmente importante: la auténtica convivencia. Las críticas Las mentiras
Acusó al PP de prometer agua y seguridad las 24 horas del día, sin que haya podido alcanzar ese compromiso. “No cumple”, denunció. Plan de Austeridad
Ironizó con el sentido de un plan ideado en 2008 que “no sirvió para nada”, porque no se puede hablar de austeridad “teniendo más de 70 cargos”. Las facturas
Acusa al Gobierno de tener 30 millones en facturas de impagados que no se han incluido en el plan. “¿Las tendremos que pagar?”, se preguntó. Las perlitas
En el discurso Alí ironizó con la figura de Vivas, provocando alguna que otra risa entre los presentes. Con una deuda, que, dijo, supera los 300 millones, cuestionó la valía gestora del presidente de la Ciudad. “¿Usted no iba a ser el próximo director del Fondo Monetario Internacional?”, dijo.