El presidente de Poblado Regulares denuncia la diferencia de trato que se produce en Ceuta entre cristianos y musulmanes.
Ali Hamido, presidente de la asociación de vecinos de Poblado Regulares, ha terminado de estallar contra la discriminación en Ceuta. Él, que es un ejemplo de apoyo al prójimo y de trabajo por los demás con su labor al frente de la barriada y colaboración con diferentes asociaciones humanitarias, dice estar cansado del trato que reciben por parte de la Policía e incluso de las autoridades. La gota que ha colmado el vaso ha sido tener que vivir en sus propias carnes cómo le trataban “como a un perro” mientras le realizaban un control.
“La comunidad musulmana está marginada”, asegura argumentando que la Policía no trata igual a los cristianos que a los musulmanes, a los que presume como delincuentes. “Te faltan al respeto, te gritan, te cachean en mitad de la calle para que lo vea todo el mundo y te tratan con muy malos modos”, lamenta mientras explica que comprende la labor que realizan las Fuerzas de Seguridad y la apoya. “Tienen que hacer su trabajo porque es necesario, pero podrían realizarlo con respeto, tratándonos como a personas normales (...) Si en tu documentación pone ‘Mohamed’ te tratan de forma distinta, porque nunca he visto que griten o cacheen a un cristiano en mitad de la calle o en pleno centro. A eso no se atreven. (...) Con nosotros se ponen muy prepotentes y te provocan para que hagas una tontería”, asegura Hamido, quien explica que durante sus estancias en la península jamás le han tratado tan mal como en Ceuta. “Tengo familiares viviendo fuera y cuando vienen aquí se quedan impresionados por lo que ven. Además, allí me han parado en controles y siempre me han llamado de ‘usted’ y me han tratado con respeto. Como a cualquier otra persona”, se queja. Lo peor para él es que con ese tipo de actitud “se fomenta el odio” y se crea “una brecha entre los diferentes ciudadanos de Ceuta”. Ahí es donde él sitúa el origen de los apedreamientos y muchos de los problemas en el Príncipe. “Hacen sentir a la gente como ratas y luego van a sus casas y quieren que se acoja a la Policía como si no hubiera pasado nada”, dice.
Ali Hamido advierte de que “actualmente la comunidad musulmana está dividida y tiene los ojos cerrados, pero si la cosa sigue así alguien los va a abrir y terminará habiendo un conflicto. Será igual que en Túnez. Habrá una revuelta popular porque la gente está muy descontenta”.
En cuanto a las autoridades políticas, el representante vecinal asegura que “sólo se les ve por aquí para las elecciones y la Musal-La, pero luego nos dejan que nos peleemos entre nosotros y que nos matemos”, afirma ejemplificando: “Su razonamiento es fácil. Si nos peleamos uno se va a Sidi-Embarek (cementerio) y el otro a Los Rosales (prisión). Así se quitan a dos de nosotros de en medio”. Esto último lo dice tras asegurar que están hartos de llamar al 112 cuando hay problemas y que nadie les haga caso ni acuda a ver qué pasa. “Tenemos el mismo derecho que el resto de personas porque también pagamos nuestros impuestos. Deberían protegernos y atendernos igual que todos”, manifiesta el hombre mientras asegura que “nosotros no queremos que haya un conflicto, pero parece que va a ser inevitable porque la cosa no cambia”.
Hamido no duda en mandar un mensaje conciliador llamando a la unión entre todos los ceutíes y pidiendo respeto e igualdad entre todos los colectivos. “Por mucho que digan, en Ceuta todavía tenemos que aprender a convivir, porque nos falta mucho camino por delante. Si no hay convivencia y respeto entre todos los ciudadanos se termina generando odio. Eso es lo que está pasando y creo que entre todos deberíamos trabajar en serio para evitar una situación que no beneficia a nadie”, concluye.