Algo más que un campeonato

Aissam e Ismael, dos adolescentes del centro la Esperanza, representarán a Ceuta en el Campeonato de España de Campo a Través.

Aissam no para de sonreír. Habla de sus sueños, de sus metas, de cómo quiere lograr la mejor marca en el próximo Campeonato de España de Campo a Través que se celebra este domingo y al que acudirá en representación de Ceuta. Siempre con una sonrisa, a medio camino entre la timidez de quien se siente protagonista y el nerviosismo propio de quien todavía no es más que un adolescente. A sus 15 años, lleva 3 en Ceuta, acogido junto a dos de sus hermanos en el centro de la Esperanza. Comparte espacio con Ismael, quien a sus 16 años y con uno de estancia en la ciudad, le acompañará este fin de semana a Burgos para competir en la modalidad juvenil, un nivel superior al de Aissam. Ambos se unen a la comitiva de ocho atletas que partirán este viernes de la ciudad autónoma en busca de la victoria.
Sin embargo, esta cita es algo más para ellos. Su participación supone todo un referente para el resto de MENA que lucha a diario por integrarse, lograr una formación, salir adelante aprovechando los recursos que les ofrece el centro de la Esperanza, capitaneado por su director, Julio Rodríguez. Aissam e Ismael; Ismael y Aissam son los rostros visibles de unos menores cuya imagen queda reducida a unos estereotipos que no casan con la realidad. Su participación en el campeonato de Fuentes Blancas, en Burgos, es algo más, supone el triunfo de un trabajo callado, desconocido y complicado que desempeña el Área de Menores con unos recursos y unos medios que siempre rozan el límite.
Aissam e Ismael llevan meses preparándose. La arena de la Ribera y el Chorrillo, el asfalto de los tramos de carretera que recorren o las continuas vueltas al Hacho son los escenarios de sus entrenamientos; ejercicios que cuentan con el apoyo constante de Nossair, empeñado en sacar lo mejor de sus compañeros.
“Ojalá pudiera volar”, sonríe Aissam. Su constancia en los entrenamientos ha sido clave para que el ICD se fijara en ellos y los eligiera dentro del grupo de MENA que reside en la Esperanza para participar en esta prueba, después de haberlo hecho en muchas locales organizadas por el ICD. Su coordinador, Juan Ramón Oliva, ha apostado por esta pareja, a la que acompañará junto a la directora técnica de la Federación, Samira Mhandi.
“Me gusta mucho correr, primero jugaba al fútbol, pero después empecé con el atletismo... he hecho muchas cosas para llegar hasta aquí, me esfuerzo para correr mejor... Me gustaría dedicarme a esto, pero es muy difícil”, explica Aissam durante la entrevista mantenida junto a Ismael con El Faro. “Quiero ser el primero, ojalá tengamos suerte en esto. Voy a hacer más de lo que puedo para llegar el primero”, sonríe.
Compaginar los entrenamientos con los estudios resulta complicado pero no imposible cuando pesan las ganas. Aissam acude a sus clases en el IES Almina, mientras Ismael hace lo propio en el antiguo Parque de Bomberos, donde se forma como carpintero. Antes que ellos ha habido otros MENA que han destacado en el deporte o en los estudios. A ellos les tocó ser referentes para el resto, ahora a Aissam y a Ismael les toca no solo es forzarse por lograr sus metas sino, también, por conseguir que otros menores como ellos sigan este camino, entregándose al deporte como mejor alternativa vital.
“Me gustaría que llegara ya el jueves... tengo ya muchas ganas. Estos días vamos a entrenar con esfuerzo, pero con mucho cuidado para que no nos lesionemos ni nos pase algo. Tenemos que estar listos para la carrera, nos prepararemos con Nossair, nuestro líder”, sonríe Aissam, ante la mirada complaciente de Nossair, otro ejemplo de lucha y de integración en la ciudad. “Cuando podemos, una tarde, un fin de semana... siempre entrenamos juntos, así poco a poco para lograr hacer algo... Agradecemos mucho al director Julio porque nos anima, coge a la gente del centro y les lleva a correr las pruebas de Ceuta para poder competir. Cada uno hace un deporte”, matiza este.
La prueba que tendrán que disputar se desarrollará sobre un circuito natural instalado cerca del río Arlanzón. Les espera mucho frío, quizá hasta nieve. Sorpresas en el camino, mucho deporte y convivencia, pero sobre todo oportunidades. Un cúmulo de ellas para unos jóvenes que dejan atrás una vida complicada, nacida al otro lado de la frontera, pero formada en un centro que sale adelante a pesar de haber alcanzado ya su pico máximo de ocupación de los últimos diez años, con más de 160 menores.
En este escenario hay que hacer algo más que milagros. Con ganas y esfuerzo se consiguen. Son pequeñas metas con las que se logra que estos menores tengan su espacio en nuestra ciudad. El merecido, no el marcado por los prejuicios.
“Estamos muy contentos por tener esta oportunidad, pondremos todos nuestros esfuerzos por hacerlo lo mejor, quedar los primeros”, añade Ismael. “Vamos a correr, a volar...”, sonríe Assiam. Esta pareja se ha convertido en unos pequeños ídolos dentro del centro, ya que ahora mismo son el espejo en el que otros se miran para lograr esa meta. “Hay que esforzarse, tener muchas ganas... Hay que seguir, no pararse, aunque se piense que ya no se puede más. Hay que pensar en llegar, porque el que piensa en eso al final lo consigue. Hay que tener en cuenta el día de mañana. Algunos no piensan, creen que nadie les va a ayudar... hay que luchar”. Lección de vida, la que tienen aprendida estos adolescentes, la que, a buen seguro, debe aprender buena parte de la sociedad.

La lucha por la integración en el centro de la Esperanza, una meta para alcanzar paso a paso

El Área de Menores trabaja por que el centro de la Esperanza sea cada vez más rico. Por que los MENA que allí residen puedan participar en programas de todo tipo que ayuden a su formación e integración. En ese grueso de actividades el deporte cobra un papel importante. Su director, Julio Rodríguez, anima a los menores a participar en las pruebas que lleva a cabo el ICD así como en las competiciones desarrolladas a nivel local. Fue así como el ICD se fijó en Aissam e Ismael, como ya antes lo hizo con otros menores. Entre los MENA hay afición por el atletismo. Soñar es gratis y en la mente de todos está la idea de poder sacar adelante un club de atletismo con el que poder favorecer la participación de los aficionados. Cada vez más.

El domingo. Una prueba con distancias de hasta 6.000 metros

Una representación del Instituto Ceutí de Deportes (ICD) y de la Federación de Atletismo de Ceuta acompañarán a estos jóvenes a la prueba que tendrá lugar en el parque de Fuentes Blancas, en la localidad de Burgos.
La expedición ceutí está compuesta por el coordinador del ICD, Juan Ramón Oliva Chaves, la directora técnica de la Federación, Samira Mhandi, los atletas cadetes masculinos (Bryan David Delgado Mejía, Sergio Ballesteros Palazuelos y Aissam Bouali), cadete femenino (Soraya Chairi-Benyamma Damgha), juveniles masculinos (Ismael Cuadro El Ghazi, Abdelnour Hichan Mohamde y Ismael El Morabet) y la juvenil femenina (Fatima Jove Charifi). Las distancias a recorrer por categorías son 5.000 metros para cadete masculino, 3.000 para cadete femenino, 6.000 para juvenil masculino y 4.000 metros para juvenil femenino.