Las playas de Calamocarro y Benzú continúan generando descontento entre los vecinos de la zona. Pese a que ya se haya denunciado a menudo la situación en la que se encuentran, las condiciones de limpieza siguen sin ser las más adecuadas para permitir que la población se pueda bañar con tranquilidad. “Son unas playas bonitas porque son naturales, y están muy descuidadas, tanto en algas como en basura general”, lamenta una bañista en Calamocarro.
El principal problema son las algas, que se acumulan en la orilla en grandes cantidades. Este hecho ya fue destacado hace unas semanas, antes de que comenzara la temporada de baño, pero aun así sigue sin darse una solución adecuada. Según ha comentado un bañista que habitualmente visita la playa de Calamocarro, esta playa se limpia una vez a la semana, pero esto es insuficiente para garantizar unas condiciones de baño aceptables. “Tendrían que limpiarla un poco más. En vez de limpiarla una vez a la semana, limpiarla cada dos o tres días, más o menos”, opina este bañista.
En cuanto a la limpieza general, también genera polémica. La población sigue destacando el descuido de las playas de la periferia, en comparación con las del centro de la ciudad. Todavía es posible encontrar desechos en la arena, además de que en la costa de Calamocarro hay zonas en las que ni siquiera hay una papelera o un contenedor de basura.
Los ciudadanos reclaman que estas playas dejen de ser olvidadas, y que se actúe al igual que se hace en otras playas con un mayor número de personas. “No tiene ni sombrillas, las algas no vienen a limpiarlas, la basura... Es todo. Eso no te lo encuentras en las playas de la Ribera y el Chorrillo”, comenta la vecina. “La parte del Chorrillo y la de la Ribera la están limpiando todos los días, y esta la tienen más olvidada. Tienen que tener en consideración todas las playas”, sentencia este otro ciudadano.
Instalar sombrillas y papeleras por toda la playa, aumentar el servicio de limpieza y recogida de algas o contratar socorristas son algunas de las demandas de los vecinos que ven cómo su zona lleva años tristemente abandonada sin que nadie concrete una solución adecuada.