El periodista madrileño Alberto de Frutos ha ganado el primer premio en la categoría ‘Novela’ del IV Certamen de Poesía y Novela Avant Ciudad de Ceuta. ‘La Mortaja de polvo’, una obra que escribió en su juventud, será publicada gracias a este concurso.
–¿Sobre qué trata ‘La Mortaja de polvo’?
– Es una novela policíaca sobre el asesinato de un hombre en un pequeño pueblo, probablemente castellano, en los años cincuenta o sesenta del pasado siglo (aunque las coordenadas espacio-temporales no son importantes). Lo que me interesaba era describir a los tipos de ese pueblo y sus motivaciones, en un trance como ese. Como en toda novela de género, además de un fiambre, hay un detective que trata de esclarecer el crimen y una chica, la hija del principal sospechoso.
–¿La escribió de forma exclusiva para el concurso?
–Qué va, qué va, es una novela de mi primera juventud, que dormía en un cajón y que rescaté para esta convocatoria. Eso tiene sus pros y sus contras, claro. He escrito y he publicado bastantes libros después; y, releyendo ahora esta novela, me doy cuenta de que la ingenuidad es un valor muy estimable y también de lo poroso que era entonces a determinados estilos y lecturas. Pero escribir nunca debería dejar de ser un juego, y por eso me gusta ‘La mortaja de polvo’.
–Una parte del premio es la publicación del libro. ¿Qué siente al ver otro libro suyo en el mercado?
–Me hizo mucha ilusión la llamada en la que me comunicaban el premio, precisamente por la posibilidad de publicar una novela. La mayor parte de lo que saco ahora encaja en el género de la no ficción, particularmente en el de la divulgación histórica; y, sin embargo, mis primeros pasos como escritor los di en los campos de la poesía, el cuento y la novela. En ese sentido, esta publicación es diferente, por insólita y porque me devuelve las ganas de seguir fabulando.
–¿Cómo empezó a escribir?
–Empecé de niño, en el colegio. Tenía trece años cuando gané mi primer premio –una placa de hojalata– por un cuento. Luego me dio por la poesía, sin llegar a renegar del cuento, y en verano escribía novelas. Y hoy, aunque parezca increíble, vivo de lo que escribo, aunque, ojo, no de lo que escribo por ocio, sino por trabajo…, como tantos otros periodistas. Digo que parece increíble porque llevamos años oyendo que el papel ha muerto, que los periódicos y las revistas ya no tiran, pero a mí me parece que nunca como ahora han sido tan apremiantes las palabras, quizá porque el mundo es cada vez más confuso y necesitamos convencernos de que existe un orden más allá de este caos. Y para eso están el principio, el nudo y el desenlace de las novelas o la entradilla y el cuerpo de una noticia.
–¿Tiene algún nuevo proyecto literario en mente?
–Sí, estoy trabajando en un nuevo ensayo con mi amigo Eladio Romero, con quien he escrito con anterioridad 30 paisajes de la Guerra Civil y En la escena del crimen, que, si todo va bien, verá la luz en otoño.