Alba Corredera es una de las jugadoras ceutíes de rugby que hace ya más de diez años lleva fomentando este deporte en nuestra ciudad. Comenzó en Granada con un equipo mixto y se ha convertido en un estandarte del rugby caballa, hasta el punto de ser este su "estilo de vida".
Sus inicios fueron como "estudiante en tierras granadinas hace 11 años. Tenía un amigo y me animó a probar, nunca había hecho ningún deporte salvo un año de waterpolo. Me animé a entrenar con dos equipos, uno el CD Veleta que era el único de Andalucía completamente femenino y también estuve jugando en la Facultad de Ciencias del Deporte".
Ahí fue como Alba fue cogiendo el tono a esta modalidad deportiva, pero tras terminar los estudios le tocó regresar a su ciudad natal. Lo hizo con algo de tristeza porque pensaba que "aquí en Ceuta no había rugby".
Cuando llegó tuvo la suerte de encontrarse con un chico de Jaén que formó el Hércules Ceuta junto a otros amigos. "En ese momento me uní a ellos. Entre todos empezamos a montarlo a nivel burocrático y demás. Nos fuimos apuntando al rugby más gente poco a poco, también se unieron los veteranos del CD África. A partir de ahí se empezó a montar el rugby de nuevo en Ceuta".
Un deporte considerado “bravo” y de mucha fuerza, en el que Alba Corredera "entrenaba en un equipo mixto, siendo todos iguales. Hasta los 16 años en el rugby juegan chicos y chicas juntos, por mis características físicas la gente se lo tomaba a broma".
La sensación de este deporte llega desde sus inicios porque Alba tiene claro que "cualquier persona está invitada". Además, cree fundamental que en el rugby se empiece "desde la base, no es como otro deporte, aquí hay que saberse muy bien las normas y reglas. Lo explicamos todo desde cómo se coge la pelota hasta llegar a encontrar la forma de puntuar”.
Para practicar esta modalidad deportiva no tienes que ser un fuera de serie, como indica la propia jugadora "hacen falta ganas, paciencia contigo mismo y mucho entrenamiento, porque así te van saliendo cosas. En rugby todo el mundo es válido, la variedad de posiciones hace que todos los cuerpos valgan".
En cuanto a lo personal, Alba Corredera tiene claro que "a mí me gusta mucho el rugby, por todo lo que desfoga, por la exigencia física que tienes que desempeñar. Lo que más me queda es la disciplina que tiene esta modalidad deportiva y el sentimiento que te introduce con respeto y hermandad hacia el compañero, el rival y el árbitro. El rugby para mí forma parte de mi vida, es una característica más de mi forma de ser".
Para ella desde que empezó a día de hoy ha mejorado mucho en su vida tanto "físicamente como en lo personal. Todo lo traslado también a mi vida persona, he jugado en diferentes equipos nunca he ganado una Liga pero he ganado algún trofeo individual de mejor jugadora. Lo que he conseguido es ver una idea que se ha materializado, que nació casi sin nada y hoy en día tenemos una instalación con unos palos para poder jugar, que no todo el mundo puede tener".
El rugby es una forma de vida para Alba Corredera, lo que empezó como un hobby allá en Granada, se ha convertido a día de hoy en una pasión, un sentimiento.
Para Alba el rugby "cada vez está más sonado y se conoce más. Hoy en día todos saben dónde está el rugby de nuestra ciudad. En Ceuta se sabe que hay escuela y un torneo de rugby-playa. La gente lo conoce y sabe que hay este deporte en la ciudad, tenemos que seguir trabajando en eso".
El rugby es un deporte conocido
Cuando llegó Alba a Ceuta, el rugby era una modalidad deportiva casi desconocida, con muy pocos jugadores y muchas menos jugadoras. Sin embargo, tras más de una década en la ciudad, se puede decir que todos conocen este deporte y todos conocen a Alba Corredera.
"Si me dicen hace siete años que el rugby iba a estar como está hoy en día en nuestra ciudad, no me lo creería. Hemos conseguido mucho, pero ha sido a base de trabajo y sobre todo de pelear todos juntos por el mismo proyecto".
Alba sigue confiando en que este deporte tenga más licencias y sean muchos más los que lo practiquen. En la pista de atletismo se entrenan todas las semanas y los sábados hay una escuela para los más jóvenes. Esas oportunidades no las tenían antes, ya que solo podía ejercitarse en la playa, que es donde tenían espacio.
Alba Corredera sigue practicando en la actualidad el rugby y es muy conocida en la ciudad, pero también fuera de esta, sobre todo, por los torneos que suele jugar en verano de rugby-playa.
Rugby-playa, una pasión
Una de las modalidad que más apasiona a la gente es el rugby-playa. Ahí Alba Corredera ha disfrutado de otra manera de este deporte, ya que no solo es competir, sino también todo lo que conlleva un torneo de estas características.
"Esta modalidad es mucho más explosiva. Partido de cinco minutos con muchos movimientos y además con la única intención de apuntarse tantos rápidos. No tiene las mismas normas que el rugby a 15, pero es muy apasionante", señaló Alba.
Las características de este rugby-playa son claras: placar, pasar el balón y para reanudar el juego toque con el pie a la pelota. "Es la mejor forma para aprender el rugby, porque todo el ambiente hace que coges una dinámica importante. A mí me encanta el rugby-playa por todo lo que conlleva", añadió la jugadora.
Toda una pasión para una jugadora que lleva más de una década practicando las dos modalidades del rugby.
Disciplina
Alba Corredera tiene siempre en mente que este deporte no es como cualquier otro. Aunque en casi todos hay disciplina, en el rugby dan un paso más y eso es fundamental, no solo para llegar lejos, sino también para trasladarlo a la vida diaria de cada persona.