Agentes de la Guardia Civil, adscritos a la Policía Judicial, desarrollaron en la tarde noche de ayer una operación antidroga en Ceuta y en la Península. Son pocos los datos que han trascendido de este importante operativo, pero se sabe con exactitud que en Ceuta se ha detenido al menos a nueve personas, mientras que en la Península se habrían detenido a otros seis más. La operación se desarrolló sobre dos viviendas ubicadas en la zona de Cortijo Moreno, además de practicarse otro registro en una casa situada en Loma Larga. Se sabe que en el transcurso de estos registros se ha decomisado al menos cincuenta kilos de hachís que servirían para abastecer el mercado de culeros que tanta fuerza ha cobrado en la ciudad.
El operativo desarrollado ayer por la Policía Judicial responde al importante tráfico de drogas basado en el menudeo que se estaba produciendo entre la ciudad y la Península, hasta el punto de dar pie a un informe denuncia que está siendo analizado ya por el Defensor del Pueblo. Pues bien, motivado por este aumento del negocio es por lo que se llevó a cabo una operación que fuentes cercanas al caso no dudaba ayer noche en calificar de importante. Los detenidos, presuntamente relacionados, con el abastecimiento de hachís procedente de Marruecos a las personas que ejerciendo de culeros se dedican a sacar esta mercancía en pequeñas cantidades hacia la Península.
Registros
Los registros llevados a cabo por la Policía Judicial estaban amparados por mandamiento del Juzgado de guardia y se espera que en las próximas horas haya tanto nuevas detenciones como más decomisos. Una de las características que ha marcado esta operación todavía en curso es el importante apoyo social que tenían quienes se dedicaban a este negocio, que contaban con una amplia red de chivatos que alertaban sobre la presencia de efectivos de la Guardia Civil para poder llevar a cabo los pases de droga con total tranquilidad. Las detenciones practicadas ayer provocaron que familiares de algunos de los detenidos acudieron a las inmediaciones de la Comandancia en la Barriada de San José para interesarse por el estado de los que estaban ya bajo custodia de los miembros de la Benemérita.