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Un responsable de una empresa municipal llamado a declarar, porque el 2 de marzo, la puerta del polígono de ‘La Chimenea’ fue abierta por la Ciudad, al estar cerrada por los empresarios
Sucedió el jueves 2 de marzo. Eran los primeros días de locura en el nuevo paso fronterizo del Tarajal II, con ese efecto llamada que hizo que más de 10.000 personas acudieran para sacar sus bultos. Un verdadero maremagnum que se tradujo con la decisión adoptada por la Delegación del Gobierno, de acuerdo con Marruecos, de cerrar durante una semana y no reabrir el nuevo paso comercial hasta el lunes 13 de marzo. Cuatro días de auténtica locura que ha terminado con un cargo municipal teniendo que acudir al Juzgado por una denuncia presentada por parte de la Comunidad de Propietarios del Polígono ‘La Chimenea’.
Vamos a poner a nuestros lectores en situación. Desde que se inauguró el nuevo paso comercial todo había quedado definido, de manera, que los porteadores entraban a los polígonos por la puerta de ‘La Chimenea’ y salían en dirección a los tornos por la puerta más cercana a los mismos. La Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía permanecía en los exteriores de los Polígonos, mientras que dentro la que llevaba la voz cantante era la UIR de la Policía Local, junto con agentes también del Cuerpo pertenecientes a los GOA. Durante los primeros días estuvo muy claro que terminaron superados por esos miles y miles de porteadores, produciéndose verdaderas avalanchas en algunos momentos.
La Chimenea
Por esa razón, un día determinado, concretamente ese jueves 2 de marzo, por parte del presidente del polígono de ‘La Chimenea’ se decidió que esa puerta de entrada permanecería cerrada y quería que los porteadores salieran y entraran por la verja más cercana a la ITV. Por esta razón, cuando llegaron los vigilantes de seguridad contratados por el Ayuntamiento para comenzar su trabajo se encontraron conque esa puerta permanecía cerrada a cal y canto con un candado. Hubo una serie de llamadas y al final se decidió telefonear a los operarios de una empresa municipal para que procedieran a cortar el candado y a partir de ahí que se abriera la puerta.
Esta situación provocó la molestia por parte del presidente del polígono de ‘La Chimenea’, Mohamed Ahmed, quien indicó que su polígono era propiedad de los propietarios de las naves y que si habían decidido cerrar la puerta no era nadie el Ayuntamiento para abrirlas. Además, dijo que iban a presentar una denuncia en el Juzgado y que iba a dar las órdenes oportunas a sus abogados. Ahora, pasado el tiempo, resulta que el representante legal de esa empresa municipal se ha visto en la tesitura de ser llamado por el Juzgado para prestar declaración porque uno de sus empleados había cortado el candado