Nadie duda que la situación por la que atraviesa Europa y en concreto nuestro país en relación con la energía es desastrosa, el precio del gas y la electricidad baten todos los récord, lo que trae como consecuencia que un elevado número de familias, pequeños y medianos empresarios atraviesen una situación límite al no poder hacer frente al abono de las facturas de energía que se han multiplicado por dos y en muchos casos por tres.
Se nos pide que ahorremos energía, se nos pide que nuestros mayores y niños durante el invierno sufran el rigor de las bajas temperaturas, de hecho muchas comunidades de vecinos ya han decidido no encender las calefacciones este invierno por no poder hacer frente al gasto que supone. Que situación tan tercermundista, ahorro de energía si, pero no a cambio de renunciar a una mínima calidad de vida en los hogares españoles, es necesario buscar otras soluciones al problema, los políticos y sus asesores han de encontrar soluciones y no creo que subir los impuestos a las energéticas sea solución, al final repercutirá la subida en todos nosotros y se agravará mucho más nuestra llegada a fin de mes que unida a los altos precios y la inflación muchas familias se integrarán en el grupo de "pobreza" ya existente.
Reducir el gasto público en todos los aspectos y bonificar las facturas energéticas con las medidas que correspondan ayudaría a muchos hogares a superar esta terrible situación y sobretodo de los más vulnerables.