Estando como estamos próximos a unas elecciones autonómicas, todos y cada uno de los partidos que tienen intención de presentarse intentan empezar a demostrar capacidad de convocatoria. Y a tal fin vamos a asistir a actos que, con cualquier disfraz, muestren qué partido es capaz de mover mayor número de simpatizantes-votantes-en-potencia. La pasada semana hemos tenido el dudoso honor de contar en nuestra ciudad con la presencia de Manuel Tapial, integrante del barco que intentó (sin éxito) romper el bloqueo MARITIMO que Israel mantiene sobre Gaza. En una conferencia deliberadamente barnizada con el inofensivo término de “cultural”, el primer partido político en la oposición de nuestra Asamblea, la UCDE, nos trae a este “paladín de la cultura” con el pretexto de “acto para celebrar el fin del Ramadán”. Lo censurable del pretexto es precisamente eso: el pretexto. Mezclar religión y política no suele dar buenos resultados. Ambos conceptos son como el agua y el aceite, que no mezclan bien.
A fe que el acto tuvo considerable aceptación, pues el salón de actos de la UNED (nada que objetar. La Universidad es, como su propio nombre indica, UNIVERSAL) registró una buena entrada. Aunque, salvo honrosísimas excepciones, que las hubo, la mayoría de los asistentes lo fueron de “aplauso fácil”. Sencillamente fueron a recibir lo que se les iba a dar. Y recibieron lo que se les dio. Las palmas estaban garantizadas.
Ya previamente en una larga entrevista en Ceuta Televisión, el conferenciante tuvo que reconocer que la intención no era “llevar ayuda humanitaria”, que, como reconoció, les ofrecieron introducir por tierra, sino “llamar la atención mundial tratando de romper el bloqueo”. Sinceridad no le falta. Y para conseguir tan político fin no duda en utilizar el nombre de su organización “Cultura y Libertad”, y por supuesto el dinero de las subvenciones que entre todos le damos.
Quizás a los dirigentes del grupo terrorista Hamas les haya hecho un favor. Seguro que a su organización “Cultura y Paz” sí. Y parece que es lo ÚNICO que le interesaba. Eso e insultar al ex presidente Aznar, y al embajador de Israel en Madrid (todos sabemos que cualquier diplomático, sea del país que sea, merece un respeto. Educación se llama eso), y de paso, por el mismo precio, llamar “pseudointelectual” al Director de la UNED. Con la lección bien aprendida, no tuvo en cuenta que lo que le puede valer en Madrid, Barcelona o Bilbao, aquí no. Repitió lo que acostumbra, y en su guión tenía escrito meterse en el barrizal del episodio del Perejil (ahí no hubieron aplausos), sin contar con que en esta ciudad se vivió en primera persona, y, por tanto, sabemos lo que pasó. Con ser importante la réplica de uno de los asistentes, (precisamente del Director de la UNED, bien documentado e informado, él sí), no lo fue menos constatar que, si todos sus argumentos son tan fiables como el relato que hizo del Perejil, su interpretación de lo ocurrido a bordo del Marmara puede distar mucho de corresponderse con la realidad. Nada extraño, pues, si sobre el episodio del Perejil el Sr. Tapial se ha tenido que documentar por lo que ha leído, en el de la flotilla lo ha tenido que hacer por lo que le contaron, toda vez que él, al igual que todos los tripulantes excepto los terroristas de Hamas, estuvo encerrado en la bodega del Marmara hasta que el buque estuvo bajo control y rumbo a Ashdod.
No voy a juzgar la actuación del ejército israelí. No soy tan atrevido. Sobre todo porque los hechos se encuentran bajo investigación internacional. Pero, si como es de preveer, resulta que el operativo militar fue correcto y los soldados actuaron en defensa propia y de forma proporcionada… ¿vendrá Manuel Tapial a pedir disculpas por sus mentiras? ¿Le volverá a contratar UDCE para tal fin?
Con ser grande el daño que se produce cuando se miente a sabiendas, no es menor el daño que le producen las acciones de estas organizaciones no gubernamentales pseudohumanitarias, a las que de verdad lo son. ¿Alguien se imagina a Cruz Roja, o a Médicos sin Fronteras, o a la Media Luna Roja, metiéndose en actividades políticas? Ellas sí son lo que dicen ser.