El partido entre Goyu-Ryu y el líder, el Cádiz, se presentaba como un duelo interesante en el 'Martínez -Pirri-'. Sin embargo acabó con polémica después de que el colegiado del mismo, Juan Pablo Ramos, decidiera suspenderlo en el minuto 55.
El propio árbitro ceutí explicaba que tomó la decisión porque el delegado, Mohamed Amar, máximo responsable del cuadro amarillo, "se negaba a abandonar el terreno de juego".
Señaló el colegiado de Tercera División que le "insistió en varias ocasiones", por lo que se vio obligado a tomar la decisión de dar por finalizado el encuentro.
Pero la cosa no terminó ahí. Una vez en la 'caseta', y según Ramos, Amar entró "dando golpes por todos lados" y "acusándome de ser el culpable del descenso del año pasado" (cuando los gimnastas competían en División de Honor Juvenil). Es más, Amar, continuaba, también le acusó de "ir en contra" del Carmelitas y "todo el mundo".
Nuevamente el árbitro le pidió que se fuera porque "le dije que todo lo que estaba diciendo sólo iba perjudicarle", pero "me dijo que era un cabrón y un hijo de puta, y me tiró la mesa encima", recalcó Juan Pablo, "con el acta y los pinganillos encima".
El colegiado fue a levantarse pero Amar "me cogió del cuello y forcejeamos", hasta que los encargados del campo "nos separaron", apuntó.
Todo esto lo explicó Ramos tras realizar un parte de lesiones en compañía del Presidente del Comité de Árbitros de Ceuta, Antonio Soto, y también el de la Federación de Ceuta, García Gaona.
Junto a ellos, el asistente Hicham Ahmed, que también tuvo una trifulca con el propio Mohamed Amar y que, al igual que Juan Pablo, explicó su versión de los hechos.
Señalaba que fue uno de los que intentó "separar" a Juan Pablo y a Mohamed, pero "sin esperármelo" recibió, según decía, "un guantazo" de manos del máximo responsable del Gimnasio Goyu-Ryu.
Según Hicham, durante el transcurso del encuentro Mohamed "me recriminó de todo". Es más, "me empujaba en la banda, por lo que tuve que llamar al árbitro principal", dijo.
El presidente del Goyu-Ryu fue el único del club amarillo que protagonizó el altercado, según las palabras tanto del árbitro como el asistente, que una vez acabaron con el parte de lesiones se encaminaron hacia la Policía Nacional para denunciar los hechos ocurridos en el 'Martínez -Pirri-'.
Para Juan Pablo la situación fue "vergonzosa" ya que "no estamos aquí para pelearnos, sólo para hacer nuestro trabajo", añadiendo además que durante el partido "no pasó nada", por lo que destacó que "no sé lo que busca este señor con esto".
Según Ramos, en alguna ocasión "se han podido crispar los ánimos", pero sí puntualizó que "nunca hasta el mundo de que haya una agresión".
El árbitro reflejó en el acta del partido los incidentes, por lo que, al margen de la justicia ordinaria, la Andaluza podría tomar cartas en el asunto y castigar duramente a Mohamed Amar.
Mohamed Amar: "Si no pongo la mano me habría clavado un bolígrafo en el ojo"
El dirigente del Goyu-Ryu y que también cumple con la función de delegado, explicó para 'El Faro' que el segundo gol del partido llegó en "fuera de juego" y que el asistente, Hicham Ahmed, no levantó la bandera "porque se le dijo el árbitro", explicaba. "Le dije cobarde", continuaba Mohamed, y entramos en una conversación "agria e insultante" hasta que Hicham llamó a Juan Pablo Ramos y le expulsó.
Según el presidente del Goyu-Ryu le pidió a Ramos "que me escuchara", hasta que éste, tras avisar, optó por suspender el encuentro. Ya en la 'caseta', en donde se produjeron los incidentes, el árbitro, según la versión de Mohamed Amar, "me echó cojones y me faltó al respeto". Se produjo un forcejo entre ambos y "casi me clava un bolígrafo en el ojo, menos mal que puse la mano, en donde me hizo un boquete", explicó. Tras separarse "me soltó una patada en la rodilla y se me hinchó como un globo", apuntó por vía telefónica mientras se encontraba en el Hospital Universitario. Mohamed también denunciará los hechos. Hicham habló de un "guantazo", y Mohamed Amar apunta que "es mentira y hay testigos".
Antonio Soto: "Un árbitro no está para agredirle y echarle la culpa"
El presidente del Comité de Árbitros de Ceuta tacha de "muy grave" los incidentes que tuvieron jugar ayer.
Explicaba Soto que "serán los Comités los que resuelvan", y resalta que un árbitro "no va a un campo para que sea agredido y las iras de los demás recaigan sobre ellos".
Aunque reconoce que este tipo de situaciones son "muy complicadas de evitar", sí señala que una vez ocurren "ha de caer toda la justicia de la ley deportiva sobre los culpables", señalando nuevamente que "una agresión a un árbitro o a cualquiera no puede ser gratis".
Pide que "se corte de raíz" este tipo de acciones, sobre todo porque "acabamos de empezar", y que cuando se gana "todo es bonito" pero cuando se pierde "las iras recaen en los de siempre, y las culpas no pueden ser siempre de los árbitros".