Ocho de cada diez enfermeras y enfermeros de nuestro país han sido agredidos mientras desempeñaban su labor asistencial y de cuidados en un centro sanitario o sociosanitario, de los que cerca de la mitad lo han sido hasta en 5 ocasiones y cerca de un 15 por ciento en más de 10 ocasiones. Así se desprende de la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería, SATSE, a un total de 7.359 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, para hacer una "radiografía actualizada sobre el grave problema de violencia en el ámbito sanitario" que se sufre en el conjunto del Estado.
En concreto, el 80,3 por ciento de los profesionales sanitarios consultados por el sindicato ha sufrido alguna agresión, ya sea física (empujones, retenciones involuntarias, puñetazos…) o verbal (amenazas, vejaciones, insultos…) a lo largo de su vida laboral por parte de pacientes y/o familiares.
Asimismo, desde SATSE apuntan que el mayor porcentaje de enfermeras y enfermeros agredidos se ha registrado en los servicios de Urgencias y Emergencias, ya que hasta en el 88,08 por ciento de los profesionales que trabajan en este ámbito asistencial aseguran haber sido víctimas de una o más situaciones de violencia hacia su persona.
Del porcentaje de enfermeras y enfermeros agredidos, según han puntualizado en nota de prensa, el 48,44 por ciento lo ha sido hasta en 5 ocasiones; el 25,21 por ciento, en una única ocasión; el 12,06 por ciento, entre 6 y 10 ocasiones y el 14,29 por ciento en más de 10 ocasiones.
Aumento de las agresiones durante la pandemia
Un problema que se ha agravado sobre todo tras el inicio de la pandemia del coronavirus. "En concreto, en los dos últimos años, marcados sanitariamente por el Covid-19, han sufrido algún tipo de agresión el 67,30 por ciento de las enfermeras y enfermeros de nuestro país".
Asimismo, los profesionales de Enfermería piensan que el ambiente laboral en los centros sanitarios y sociosanitarios, así como la relación con los pacientes, ha empeorado en estos dos últimos años, y así lo manifiesta el 76 por ciento de los consultados.
Al preguntar por el tipo de agresión sufrida, y teniendo en cuenta que un tipo de agresión no excluye a otra, y que una misma persona puede sufrir distintos tipos de agresiones, incluso dentro de un mismo acto de violencia, se constata que, "mayoritariamente", son los insultos (78,67 por ciento) y las amenazas (72,79 por ciento) las "formas más frecuentes de agresión", seguidas de las vejaciones (28,80 por ciento). En lo referido a las agresiones físicas, éstas las han sufrido el 17,05 por ciento de los encuestados.
"Datos todos ellos muy graves y alarmantes", concluye SATSE, que deberían "hacer actuar de manera conjunta, coordinada y eficaz a todas las administraciones públicas y empresas sanitarias privadas, teniendo como referente una Ley estatal que luche contra esta grave lacra" que afecta "especialmente" al colectivo de trabajadores de Enfermería "por su relación más estrecha y cercana con el paciente y sus familiares".