Los porteadores llevan semanas de paro. Semanas en las que nada se mueve en el entorno de la frontera y semanas
en las que tienen que hacer lo posible por sacar mercancía para su sustento económico. Esto se traduce en la generación de aglomeraciones y pequeñas avalanchas provocadas por personas que se van acumulando en el entorno de la propia frontera. Durante la tarde y noche de este miércoles, la Guardia Civil ha tenido que contener la concentración de personas que querían pasar a Marruecos y que eran sospechas de estar realizando un porteo encubierto a través del paso fronterizo, que no está habilitado para sacar mercancía.
No se han llegado a producir las míticas avalanchas que protagonizaban cientos de personas, pero sí se han registrado episodios de acumulación que han derivado en picos de tensión. Los marroquíes protestan porque dicen que la Guardia Civil no les deja salir. A pie de campo, los agentes de la Comandancia frenan cualquier intento de porteo a sabiendas de que en Marruecos no van a admitir esa mercancía y el problema puede ser mucho mayor.
¿Y qué pasa con el ‘Tarajal II’? Pues todavía no hay noticias al respecto ya que la Delegación del Gobierno ha confirmado que este jueves no se abra y que ni siquiera sabe si lo hará el lunes, ya que dependerá de que Marruecos comunique la finalización de las obras que estarían llevando a cabo en su infraestructura. Sin noticias de porteo y con vetos indiscriminados en la frontera, los empresarios protestan porque sus negocios están al límite. Protestan de manera personal porque se sienten desamparados por las grandes organizaciones ya que llevan días calladas sin pronunciarse sobre nada de lo que está ocurriendo. Se sigue impidiendo la entrada de personas por la frontera, a las que les piden visado, y no se abren todos los carriles con lo que también se produce un bloqueo de los vehículos.