Es patente y fácilmente demostrable que el Gobierno no sabe afrontar la realidad social que asola a nuestra pequeña ciudad, en la que tristemente el número de personas en situación o riesgo de exclusión social aumenta a un ritmo vertiginoso, pero que sin embargo el ritmo de acción y respuesta gubernamental se aminora y se estanca en la promoción asistencial y de caridad y no en unos servicios de calidad eficientes.
El Gobierno no se centra en mejorar la calidad de vida de su ciudadanía, no tiene como prioridad desarrollar medidas contundentes y de manera integral para promover el bienestar de su pueblo. La acción gubernamental del PP busca adquirir únicamente un compromiso de galardón, una técnica del “queda bien de cara a la galería”, en la que su “venta de humo” solo logra vulnerar a quienes más lo necesitan con falsas expectativas e ilusiones de apoyo y amparo, que nunca se gestionan.
El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) quiere señalar y dejar constancia en estas líneas de que conocemos que la situación actual de los servicios sociales como institución pública destinada a mejorar la calidad de vida y de solventar por derecho constitucional la situación de precariedad y de necesidad en igualdad de condiciones de su ciudadanía; nada tiene que ver con el esfuerzo, compromiso y trabajo diario que los y las trabajadores/as sociales desempeñan para solventar las necesidades sociales de quienes acuden a sus dependencias. Pues sus funciones son desde el enfoque de la ejecución y pocas (o ninguna) desde la toma y el poder de decisión.
La situación de descontrol y de inacción de la gestión se debe a la ineptitud del desgobierno del señor Vivas para afrontar esta materia de Servicios Sociales de manera acorde y coherente a la realidad de las circunstancias.
La señora consejera debería de asumir de una vez por todas que una gestión fructífera y eficiente conlleva estar asentada en unos servicios sociales de “calidad” que nada tenga que ver con la concepción de caridad que tan arraigada tiene el gobierno y mucho menos que se dé la promoción de la imagen peyorativa e indigna de quienes acuden por necesidad a las Unidades de Trabajo Social de la ciudad.
Los elementos que configuran a los servicios sociales de la ciudad no están en la actualidad ni coherentemente definidos ni articulados, pues no se opera en base a la realidad detectada y verificable, sino desde el afán electoral.
¿Dónde está la interrelación que se exige para solventar las necesidades de una manera efectiva? ¿Dónde están los “nuevos” servicios sociales que proclaman abiertamente? ¿Y dónde radica la eficiencia de la que tanto presumen?
Desde el MDyC entendemos que actuar para transformar la realidad exige conocer la necesidad de la ciudadanía desde la coherencia y la concepción de unos principios rectores que como sabemos y ha quedado demostrado en numerosas ocasiones con la “puesta en escena” del gobierno denota, falta de compromiso y rigor de la política gubernamental no teniendo nada que ver con los contenidos y el objetivo principal de promoción de quienes más lo necesitan.
Desde el MDyC creemos y vamos a trabajar en una línea de gestión en las que se busque potenciar las capacidades de las personas que acuden a los servicios sociales por necesidad, siempre bajo enfoques globales en los que se pueda llevar un tratamiento integral, desde la dignidad, el respeto que se merecen y, desde el afán de poder ofrecer una oportunidad de cambio, una nueva realidad destinada a que la persona adquiera la autonomía social de inclusión y no como hasta ahora que se basa en simples trámites burocráticos que inciden en perpetuar la imagen de caridad.
Para el MDyC, unos servicios sociales de calidad conllevan un compromiso real con la ciudadanía en las que dar prioridad a los ciudadanos y solventar sus necesidades sociales, han de ser el principal eje de interés y motor de cambio social de inclusión; concebir promover la dignidad y representar a la ciudadanía son hechos prioritarios en los que enmarcamos y queremos fomentar objetivos operativos de acción continuistas y, totalmente comprometidos con la ciudadanía y nuestra pretensión de transmitir y lograr que el bienestar y la igualdad plena sean visibilizadas como beneficios de repercusión global.