La Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta no va a recibir a ningún alumno en prácticas. De los más de 2.500 guardias civiles alumnos que se han estado formando en distintas academias del Cuerpo, ninguno va a tener como destino este territorio.
Para la Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC), lo ocurrido es un auténtico despropósito. Siendo Ceuta una de las zonas con mayor demanda de personal, se pierde la posibilidad de reforzar áreas con alumnos.
Y esa carestía no la denuncia solo la asociación, lo dice en varios informes la propia Dirección de la Guardia Civil, que ha llegado a cifrar en más de 200 los agentes necesarios para tener una plantilla adecuada a las incidencias de una ciudad frontera como Ceuta.
“Paradójicamente”, afea AEGC, “el Cuerpo Nacional de Policía sí ha recibido alumnos”, pero en el caso de la Guardia Civil, “cero”. “A Ceuta la dejan abandonada, sin mandar personal, con una escasez de agentes que no se puede permitir”, añaden.
¿Pero a quién pedir explicaciones? Nadie alza la voz contra este abandono. La propia delegada del Gobierno, Cristina Pérez, comparecía esta semana para indicar que había recursos suficientes en materia de seguridad de cara a una posible entrada de inmigrantes el día 30, tal y como se ha alentado en redes sociales. ¿Y después?, ¿en qué situación queda una Comandancia enfrascada en la organización de nuevos turnos que hace malabares para cubrir todas las áreas que deben estar bajo control?
Este mes de octubre, diferentes comandancias recibirán a los hasta 2.543 guardias civiles que han salido de las instalaciones lectivas del Instituto Armado tras su formación durante los años 2023 y 2024.
El Ministerio del Interior anunció que cumplía el objetivo de reforzar así las plantillas, pero se ha olvidado de Ceuta, quizá una de las zonas que mayor merma presenta y a donde no acude ninguno de estos salientes.
Esos anuncios de mejor cobertura de seguridad, de refuerzo de unidades, de aumento de personal… no son conceptos que puedan acoplarse a la situación que vive la plantilla de Ceuta, en donde delitos asociados a su condición de frontera, como el narcotráfico o la explotación y tráfico ilegal de personas, van en aumento.
AEGC exige responsabilidades ante una situación desastrosa. La plantilla de Ceuta sostiene muchos de sus frentes gracias al refuerzo aportado por los GRS, lo hace además en unos momentos en los que las incidencias fronterizas van a más.
No van a cesar, muy al contrario, aumentan de forma pareja a esa situación de inestabilidad que se está haciendo cada vez más patente en el norte marroquí.
Los guardias alumnos comienzan ahora en octubre la fase práctica de su periodo formativo, apoyándose en compañeros ya expertos. En Ceuta no será así. La prioridad de Interior, al menos la anunciada, era la de priorizar las plantillas de las unidades territoriales de Seguridad Ciudadana, recalcando que se iba a aplicar un notorio incremento de cobertura que afectaría a Ceuta y Melilla.
Los 2.543 alumnos se han formado en la academia de guardias de Baeza, en Jaén, y el colegio de guardias jóvenes de Valdemoro, en Madrid.
Lo ocurrido en Ceuta no es nuevo, ya el año pasado la AEGC denunció una situación idéntica que, por aquel entonces, tildó de “desprecio”. Para la asociación gestos de este tipo suponen una “falta de sensibilidad del Gobierno” con los guardias civiles destinados en las dos ciudades hermanas.
Hay servicios que se están prestando al límite, en donde funcionan las patrullas unipersonales como pasa en la valla, a pesar de las cuantiosas advertencias hechas por los agentes.
“Hemos denunciado y seguiremos denunciando la indefensión y la inseguridad de los guardias que realizan ese servicio en el perímetro fronterizo ante este tipo de saltos y, sobre todo, la sensación de soledad institucional en la que se ven inmersos”, denunciaba la asociación, evidenciando una situación crítica que sigue repitiéndose hoy por hoy, contando, como en 2023, sin refuerzos.
Ceuta vuelve a ser la peor parada, a pesar de que se anunció que esos refuerzos también llegarían a esta comandancia. Lo es en un lugar que se queda al margen de los destinos reseñados. “Esta situación no se da en el Cuerpo Nacional de Policía como pueden comprobar los ciudadanos ya que año tras año policías en prácticas son destinados a la Jefatura de Policía de Ceuta para realizar su formación”.
En AEGC esperan que se reflexione sobre esta situación, ante la clara necesidad de contar con refuerzos, y señala directamente a zonas con vacíos claros como es el caso del propio perímetro, la primera línea de seguridad con Marruecos, más de 8 kilómetros en donde siguen funcionando las patrullas unipersonales a pesar de las denuncias cursadas y publicadas en los medios de comunicación.
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