José Rodríguez González, Pepe para los suyos, no era tan solo un ceutí que, entre tantas cosas de la vida, amaba el pádel. Fue alguien que le dedicó tanto tiempo, tanto amor y tanto cariño al deporte que se ha convertido en un sinónimo de la raqueta de Ceuta.
La tarde del jueves se ha ensombrecido con tristeza cuando desde la Federación de Pádel de Ceuta han confirmado la noticia del fallecimiento de José Rodríguez González a los 55 años de edad. Pepe deja en el recuerdo de los suyos una huella indeleble y un pasado que será eterno en las memorias de su gente. Tras él, además, se va mucho deporte de raqueta, incontables peloteos y puntos emocionantes que muchos de sus antiguos rivales recordarán con el dulce resquemor de un tiempo que, aunque se desvanece, seguirá con fuerza en la cabeza cada vez que se encierren entre las cuatro paredes de las pistas.
Clave para la Federación
Agustín Atencia, presidente de la Federación de Pádel de Ceuta, recuerda su importancia para llegar adónde han llegado: “Pepe fue uno de los impulsores más importantes de lo que hoy es la Federación de Padel de Ceuta”, comenta con melancolía y orgullo de haberle conocido. “Que la Federación esté donde está hoy es por él”, recuerda el presidente.
Desde 2014 hasta finales de 2019 colaboró como vicepresidente de la Federación en el crecimiento y el desarrollo del pádel en nuestra ciudad. “Se entregaba demasiado, con mucha ilusión y daba el 100% involucrándose con el deporte”, comenta el presidente. “He pasado once años maravillosos junto a él que son impagables”, comenta Agustín.
Jugador entregado y orgulloso caballa
Pepe se recorrió todos los niveles del pádel que pudo con ilusión e implicación con el deporte. Jugó en varias categorías de las selecciones de pádel del panorama local. Incluso llegó a ser árbitro, abarcando todo lo que puede un hombre en las pistas de pádel. Uno de sus momentos de más orgullo en su dedicada carrera a las raquetas ocurrió en 2017, cuando tuvo el merecido privilegio de ser el capitán se la Selección de Ceuta de Pádel, labor que realizó con la pasión con laque se le acostumbraba.
Ceuta llora el fallecimiento de un hombre dedicado y amado por los suyos, que a lo largo de su intensa vida ha demostrado amor al deporte como nadie. Siempre sacaba lo mejor de sí y trataba de hacerlo del resto: “Era mi mayor crítico, y se lo agradezco de una manera increíble”, comenta con nostalgia Agustín Atencia.
José Rodríguez González ha dejado a los suyos, pero se ha ido dejando un rastro para seguir con gran orgullo. Un camino marcado de cariño, pasión y pádel, mucho pádel. El deporte de Ceuta no le olvidará. Siempre que una pelota vuele sobre la red, ahí estará Pepe para vigilarla.