Ha sido una de las salidas más numerosas organizadas en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). 77 residentes de distintos puntos del África subsahariana además de argelinos, entre otros, han dejado Ceuta para marchar a la Península.
En el grupo han sido incluidas 17 personas de atención humanitaria mientras que el resto es beneficiaria de protección internacional.
En el barco de Balearia han partido a primera hora de este jueves dejando atrás meses de estancia en un centro que está configurado para ofrecer una residencia temporal hasta organizar los traslados al otro lado del Estrecho.
Las historias detrás de las personas
Detrás de cada uno de esos números están las historias de aquellos que llegaron a la ciudad sorteando la valla, pero en buena parte también cruzando a nado alguno de los espigones que separa la ciudad de Castillejos o Beliones.
El CETI se convierte en una segunda casa para familias pero también para jóvenes que dejan atrás unos periplos marcados por la crudeza de un camino que para nada es sencillo.
La estación marítima ha sido el punto de reunión de todos ellos. Organizados, han ido ubicándose en una fila marcada por la esperanza de hallar un futuro sin necesidad de arriesgar la vida cruzando el Estrecho, esa separación que se ha convertido a su vez en una gran tumba para aquellos que perdieron la vida en travesías frustradas o para quienes desaparecieron por siempre.
Despedida del que ha sido su hogar
Quienes hasta hace bien poco han integrado esta gran familia que conforma el CETI se han despedido de aquellos que estuvieron a su lado, de los trabajadores que compartieron con ellos los primeros momentos de incertidumbre que marcan cada una de las llegadas a una tierra que les es desconocida.
Hoy ha tocado ese adiós que se sabe que va a venir siempre que se abren las puertas del centro del Jaral como capítulo final a esa estancia.
Gradualmente el CETI organiza traslados, la famosa ‘lista del Balearia’, lo que permite que nunca se superen las cifras de estancia disponibles.
Madre mía cuanto odio en los comentarios , y dicen que en España no hay racismo ,hay y de sobra
Antes las plazas de este país estaban llenas de jubilados tomando el sol y charlando de sus historias pacíficamente, ahora los bancos de esas plazas están llenas de inmigrantes ilegales de todo tipo y condición sin oficio ni beneficio que han reemplazado a nuestros jubilados, este es el paisaje urbano de nuestras ciudades actualmente gracias a los inútiles e hipócritas que nos gobiernan. Que pena...
Vergonzoso y lamentable. 😡
Está gente de color lo único que hacen es blanquear su situación; en España ya no caben más,algún día seremos africanos del todo.
Pero que bien... entran de manera ilegal y la única salida sería devueltos a sus paises. La invasión que no cesa